MÉXICO –
En una de las manifestaciones en las afueras de La Noria, un aficionado enfurecido por los resultados de su equipo gritó: “No más Club de Cuervos”.
La forma en que se gestiona al Cruz Azul y los 22 años sin título, que se cumplen al confirmarse la eliminación de La Máquina Celeste, provocan que sus propios seguidores lo comparen con el equipo de la serie del pueblo de “Nuevo Toledo”.
En la popular serie que se convierte en una sátira del fútbol mexicano, se narra la historia de un club de fútbol que se transformó en caos por varias rencillas familiares, lo que pasa en Cruz Azul.
La Máquina Celeste no levanta campeonato desde el 7 de diciembre de 1997, en la época donde el PRI gobernaba el país y la Ciudad de México era conocida como Distrito Federal.
La tragicomedia celeste ha tenido varios capítulos. Los seguidores del equipo celeste, desde su último campeonato, han visto a su equipo caer en nueve finales y son testigos de cómo el América se convierte en su verdugo.
A eso le sigue una lucha de poder en el comité ejecutivo del equipo, que compone Guillermo Álvarez, su hermano, Alfredo Álvarez, y su cuñado, Víctor Garcés.
De la disputa se desprende la salida de Ricardo Peláez del cargo de Director Deportivo. Por si esto es poco, la disputa legal que mantienen pone a Cruz Azul, en el “ojo del huracán”.
En esos 22 años, el club dejó su casa, el estadio Azul, para regresar al Azteca y los villanos para los seguidores celestes son muchos.
Van desde Víctor Garcés, pasando por el representante Carlos Hurtado, el árbitro Roberto García Orozco en la final contra Toluca, Alejandro Castro en los últimos minutos contra el América, el error en la salida en la última final disputada en el Azteca, despidos, errores individuales, postes, etc.
En la serie, la familia propietaria del “Club de Cuervos” pactan la reconciliación y ganan el campeonato de liga. Pero el Cruz Azul tendrán que esperar por lo menos seis meses más para saber si terminan con los ahora 22 años sin campeonato.
Agencia / Vox Populi Noticias