Cd. Victoria / José Saldaña.-
Posterior a la pandemia de COVID-19 la sociedad se ha vuelto más violenta debido a afectaciones psicológicas por el encierro y estrés que se vivió, señaló Luis Armando González Isás.
El pastor evangélico de la Iglesia Luz para las Naciones dijo que “después de la pandemia la gente se alteró más, se ha vuelto como luego dicen ser más propensos a irritarse, rápidamente se enfurecen, se enojan”.
Indicó que los pastores han notado el problema que atraviesa la sociedad, el cual dijo debe atenderse con prioridad para evitar mayores complicaciones y evitar que la violencia aumente.
“Todo es a causa de aquel momento que nos recluyeron en nuestros hogares y esto hay que tratarlo porque esto colateralmente trae consecuencias más funestas como el poder vengarse, el golpear, asesinar a alguien por lo irritados que andan”, explicó.
El líder religioso consideró que cada día son más comunes las situaciones que se salen de control y llegan a la violencia, “ahorita precisamente venía por la calle y dos jóvenes se agarraron a golpes por un problema de tránsito cuando bien pudieron haber hablado”.
González Isás dijo que en las familias se ha visto reflejado el problema, ya que “hay mucha desobediencia en los hijos, falta de autoridad en los padres, ya no se empatiza y hay mucha falta de comunicación”.
Mencionó que en la Iglesia Luz para las Naciones han formado equipos de matrimonios que ayudan a salir adelante a jóvenes y a otros padres de familia.
“Estamos tratando se orientar a la gente con este problema de la desintegración familiar”, manifestó.
El pastor evangélico señaló que desde el hogar los padres pueden enseñar autocontrol a los hijos.
“Hay que impulsar desde la casa, si el padre y la madre tienen dominio propio los hijos lo van a ver y lo van a aplicar a donde vayan”, concluyó.
Agencias/Vox populi Noticias