El cabello fino y quebradizo requiere de cuidados especiales para mantener su fuerza y vitalidad. Cuando se trata de este tipo de cabello, cada detalle en su rutina de mantenimiento cuenta. Aquí te comparto seis tips para cuidar el cabello fino que, si los sigues de manera constante, harán una gran diferencia en su apariencia y textura.
Hidratar el cabello es fundamental
La hidratación es clave cuando se trata de cabellos frágiles. El pelo fino tiende a resecarse rápidamente, lo que lo deja vulnerable a quiebres y puntas abiertas. Por eso, aplicar una buena mascarilla hidratante una o dos veces por semana puede marcar la diferencia.
Este tipo de productos ayudan a reforzar las hebras desde el interior, haciendo que resistan mejor el estrés diario. Además, un acondicionador adecuado para tu tipo de cabello siempre debe estar presente en tu rutina de lavado.
Opta por un peine de púas anchas
Los cepillos de cerdas finas o metálicas no son aliados del cabello quebradizo. Al peinar el cabello mojado —momento en el que está más vulnerable—, es mejor usar un peine de púas anchas.
Este tipo de herramienta evita que tires del cabello, lo que reduce la posibilidad de que se rompa. Siempre empieza a desenredar desde las puntas, subiendo poco a poco hacia las raíces para evitar crear nudos y tirar innecesariamente.
No uses en exceso el secador y la plancha
El calor es el gran enemigo del cabello fino. El uso frecuente de secadores, planchas o rizadores puede debilitar aún más las fibras capilares. Si tienes que secar el cabello, usa siempre un protector térmico y ajusta el secador a una temperatura baja o media.
Además, lo mejor para cuidar el cabello fino es dejar que el cabello se seque al aire siempre que sea posible. La plancha, aunque puede ser una solución rápida para alisar, debería reservarse solo para ocasiones especiales, y nunca se debe usar sobre el cabello húmedo.
Visita la peluquería cada 3 meses
Es fácil pasar por alto las visitas al salón, pero mantener un corte regular es esencial para el cabello quebradizo. Al cortar las puntas cada tres meses, te aseguras de eliminar aquellas que ya están abiertas y que podrían seguir partiéndose si no las atiendes.
Además, un buen estilista podrá recomendarte cortes que den la apariencia de más volumen y fuerza, lo que es ideal para los cabellos más finos.
Cuida tu alimentación
Lo que comes tiene un impacto directo en la salud de tu cabello. Una dieta rica en vitaminas y minerales, especialmente aquellos que fortalecen el cabello como la biotina, zinc y vitaminas del grupo B, es crucial.
Incorpora en tu alimentación alimentos como huevos, nueces, pescado y verduras de hoja verde. Estos nutrientes ayudarán a que tu cabello crezca más fuerte y resistente desde la raíz.