El frizz, ese enemigo capilar que parece tener vida propia, suele hacer su aparición en los días más húmedos, convirtiendo un peinado impecable en una maraña incontrolable. Pero no todo está perdido. Existen métodos que, aunque simples, resultan poderosos a la hora de evitar el frizz. Vamos a explorarlos:
Mantén las manos lejos de tu pelo
La primera regla es clara: en días de lluvia o alta humedad, evita tocarte el pelo. Aunque puede parecer un gesto inofensivo, tus manos contienen aceites y sudor que empeoran la situación.
Además, el constante contacto con el cabello rompe la barrera protectora natural que tienen los folículos, haciendo que el frizz se potencie. Cada vez que sientes la tentación de acomodarte el peinado, recuerda que es mejor dejarlo en paz.
La hidratación es tu mayor aliada
El cabello necesita estar bien hidratado para resistir los embates de la humedad. Un pelo seco es un imán para el frizz, porque busca en el aire la humedad que le falta. Usa mascarillas nutritivas una vez por semana y productos hidratantes en tu rutina diaria.
No se trata solo de aplicar acondicionador, sino de usar tratamientos intensivos que sellen la cutícula del pelo. Cuanto más hidratado esté, menos probabilidades habrá de que el frizz haga de las suyas.
Confía en un champú antiencrespamiento
Elegir un buen champú puede marcar la diferencia entre un día de frizz descontrolado y uno en el que tu pelo mantenga su forma. Los champús diseñados específicamente para evitar el frizz contienen ingredientes que suavizan y sellan el cabello, protegiéndolo de la humedad ambiental.
Además, suelen estar libres de sulfatos, lo cual es clave, ya que estos tienden a resecar el pelo, empeorando el frizz. Asegúrate de que tu champú trabaje contigo y no en tu contra.
Escoge bien tu cepillo
El tipo de cepillo que utilizas puede influir notablemente en la aparición del frizz. Los cepillos de cerdas naturales ayudan a distribuir los aceites del cuero cabelludo de manera uniforme a lo largo del cabello, lo que le da un acabado más suave y controlado.
Evita los peines de plástico o metal, ya que estos pueden generar electricidad estática, potenciando el encrespamiento. Un buen cepillado es, a menudo, el primer paso para evitar el frizz, así que invierte en una herramienta adecuada.
Seca bien tu pelo: paciencia ante todo
Secar el cabello de manera incorrecta es una de las principales causas del frizz. Evita frotarlo vigorosamente con la toalla, ya que eso solo abrirá la cutícula y hará que el encrespamiento aumente. Lo ideal es usar una toalla de microfibra o incluso una camiseta de algodón, y secar el pelo con suavidad, presionando sin frotar.
También es importante que no dejes el cabello mojado al aire libre en días de humedad. Un secado rápido y efectivo evitará que el pelo absorba más humedad del ambiente.
El sérum, tu mejor recurso
Para terminar, un buen sérum puede hacer maravillas en tu pelo. Este tipo de productos está diseñado para sellar las cutículas y evitar que el frizz aparezca. Aplica una pequeña cantidad en las puntas y medios, evitando las raíces para no sobrecargarlas.
El sérum añade un brillo extra y, lo más importante, crea una barrera entre tu cabello y la humedad, ayudando a que mantenga su forma durante más tiempo.