Las monjas voluntarias de la Casa del Migrante de Guadalupe, en Reynosa solicitan mayor seguridad para quienes buscan el sueño americano, aunque existe un corredor seguro, continúan las familias sufriendo de maltrato, abuso y violencia hasta llegar a la frontera.
Edith Garrido, encargada del albergue en mención, aseguró, actualmente cuentan con 170 migrantes de diferentes nacionalidades como salvadoreños, guatemaltecos, colombianos, venezolanos, chinos, hondureños, chilenos, entre otros.
“Vienen familias migrantes completas con niños muy pequeños, los cuales, han sufrido de un sinfín de situaciones desagradables, por ello, solicitamos a las autoridades correspondientes más seguridad en los aeropuertos y central camionera”.
Casa del Migrante en Reynosa
Dijo, existe un corredor seguro que el Instituto Nacional de Migración (INM) trae desde Tapachula hasta Reynosa, con el objetivo de que los migrantes lleguen con bien, tratando de apoyarlos en materia de seguridad y puedan pasar legalmente a los Estados Unidos.
Refirió, la mayoría de los migrantes buscan estar seguros en su entrada a los Estados Unidos, puesto que, al momento de tener cita, asisten al cruce internacional Reynosa-Hidalgo, donde esperan por muchas horas a la intemperie y han sufrido de asaltos.
Por lo tanto, piden den protección autoridades mexicanas en su estancia en la frontera, más en la zona donde esperan ingresar a los Estados Unidos, pasando horas junto a sus maletas, debido a que, no desean tener falta o llegar tarde para la solicitud de asilo humanitario.
Reynosa, Tamaulipas/Yenni García Escobar