A pocas horas de la toma de protesta de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, crecen las preocupaciones sobre el impacto de las olas migratorias que podrían llegar a México. Ante esto, el alcalde en Reynosa, Carlos Peña Ortiz, subraya la necesidad urgente de que el gobierno estadounidense gestione las deportaciones de migrantes directamente a sus países de origen.
Peña Ortiz —quien ha impulsado la mejora de los centros migratorios Senda 1 y 2, en colaboración con el sector privado y organismos religiosos— destacó el trabajo conjunto con la hermana Norma Pimental para apoyar a los albergues cristianos y católicos en la región.
“Debemos reconocer que ningún municipio está preparado para deportaciones masivas. No hay suficiente espacio, y la situación se volvería crítica si los números que se manejan realmente llegan a cruzar esta frontera. Hemos hablado con el gobierno y con legisladores estadounidenses para que las deportaciones se hagan fuera de la frontera, directamente en los países de origen”.
Los centros migratorios de Reynosa —como Senda de Vida 1 y 2— cuentan con capacidad para atender entre 4,000 y 5,000 personas. Sin embargo, la cifra sigue siendo insuficiente ante la posible llegada de millones de migrantes que se encuentran en situación irregular en Estados Unidos.
Peña Ortiz también advirtió sobre los peligros que enfrentan los migrantes en su paso por ciudades como Reynosa, Nuevo Laredo, Matamoros, Ciudad Juárez y Tijuana. La situación es aún más grave porque los grupos delincuenciales están aprovechando la situación para cruzar a los migrantes, beneficiándose solo ellos.
Por su parte, el alcalde en Reynosa hizo un llamado a crear mejores condiciones y acuerdos internacionales para evitar una crisis mayor. Especialmente en municipios como Reynosa, que es uno de los puntos con mayor número de deportaciones, junto con Tapachula.
Por Yenni García Escobar