Nuevo León ha reportado dos casos de metapneumovirus humano (HMPV), mientras que Tamaulipas analiza un posible contagio en la zona sur.
Aunque el virus ha encendido alertas en otros países, como China, en donde se han registrado casos frecuentes. Ante esto, las autoridades locales aseguran que no representa un riesgo significativo en México.
En conferencia de prensa, la titular de la Secretaría de Salud de Nuevo León, Alma Rosa Marroquín Escamilla, confirmó los casos registrados en la entidad. Sin embargo, aclaró que actualmente el virus que más afecta a la población en el estado es la influenza.
“No existe en este momento una alerta por organismos internacionales (…) que nos emitan y nos mantengan en estado de alerta. En este momento no representa un riesgo”, afirmó Marroquín.
Por su parte, el estado de Tamaulipas, según información de Animal Político, se encuentra investigando un caso sospechoso en la región sur.
Pero… ¿De qué trata el metapneumovirus humano?
El metapneumovirus humano (HMPV) — no es nuevo — . Fue identificado en los Países Bajos en 2001 y, aunque inicialmente se pensaba que solo afectaba a las aves, investigaciones posteriores confirmaron que también infecta a los humanos desde hace al menos dos décadas.
Por su parte, en junio pasado, China registró un aumento de enfermedades respiratorias, incluyendo las provocadas por este virus. A pesar del crecimiento en los casos, las autoridades asiáticas han descartado que se trate de una emergencia de salud pública.
Síntomas que se llegan a presentar y tratamiento adecuado
El HMPV es causado por un virus de ARN, similar al COVID-19 y la influenza, aunque no tiene el potencial de causar pandemias, según el especialista Alejandro Macías. Los síntomas suelen ser leves e incluyen tos, fiebre, dolor de garganta, congestión nasal y fatiga. En algunos casos, puede provocar complicaciones como afectaciones en los bronquios, especialmente en niños y adultos mayores.
El tratamiento recomendado por la Secretaría de Salud del Estado de Nuevo León se basa en medidas de apoyo, como oxígeno suplementario, agentes antipiréticos y líquidos intravenosos. Actualmente, no existe una vacuna para prevenir esta enfermedad.