Américo Villarreal Anaya —gobernador de Tamaulipas— declaró que desde el 20 de enero el estado afrontará importantes retos por la posible deportación masiva de migrantes. La cual se realizaría a través de la frontera norte.
“Sabemos que para los días 20 de este mes vamos a comenzar a enfrentar unos retos de una condición binacional, para lo cual nos estamos preparando y sentimos, como lo mencioné también, que tenemos una capacidad de trabajar muy resolutiva a las condiciones que se puedan utilizar, por los diferentes escenarios que se han ido construyendo.”
Tamaulipas, una de las principales áreas de retorno debido a su alto número de cruces fronterizos, ha implementado varias medidas para asegurar una atención humanitaria adecuada a los migrantes repatriados. El gobierno estatal supervisa instalaciones que podrían servir como refugios temporales.
Recientemente, el gobernador y María de Villarreal, presidenta del DIF Estatal, visitaron el Centro de Atención y Protección a Niñas, Niños y Adolescentes en Ciudad Victoria. Su objetivo fue habilitarlo como refugio en caso de una contingencia migratoria.
“En la condición de que pueda haber una repatriación masiva a través de la frontera norte y especialmente por la de Tamaulipas, que se ha caracterizado que es una de las zonas de mayor repatriación en este momento. Y grandes oportunidades que mencionamos, estamos trabajando.”
Además, Tamaulipas colabora estrechamente con autoridades federales y municipales para coordinar esfuerzos y asegurar una respuesta eficaz ante la posible deportación masiva de migrantes. Se planea establecer 25 albergues a lo largo de la frontera norte. Cada uno con capacidad para recibir hasta 2,500 personas, ofreciendo servicios de alimentación, salud y educación.
“El gobierno está comprometido con una respuesta humanitaria y coordinada para enfrentar los desafíos que se presenten”.
Por Jordan Espinosa