En una fracción de segundo, todo cambió para Emma Carey. Su salto soñado desde un helicóptero en los Alpes Suizos terminó en un accidente que marcó su vida para siempre. Pero, a pesar de la adversidad, Emma logró sobrevivir a una caída sin paracaídas y encontró fuerza en su tragedia y una nueva forma de vivir.
Sobrevivir caída sin paracaídas: La caída que congeló el tiempo
En 2013, Emma viajó a Suiza junto a su amiga Jemma Mrdak con un objetivo: experimentar la adrenalina del paracaidismo. El 9 de junio de ese año, ambas subieron a un helicóptero para realizar un salto en tándem con sus respectivos instructores. Emma, emocionada por el desafío, no imaginó que el paracaídas principal y el de emergencia fallarían, dejándola en una caída libre de 4200 metros.
“Mis piernas no se movían. Mi alma se desplomó. El tiempo se congeló”, recordó Emma en una entrevista con The Guardian. El impacto le causó fracturas graves en el esternón, la pelvis y la columna, además de una lesión en la médula espinal.
Los dos pensamientos que la acompañaron al caer
Emma describe esos segundos previos al impacto como una mezcla de terror y claridad al preguntarse cómo sobrevivir a una caída sin paracaídas.
“Pensé que iba a morir. Pero, en esos segundos, tuve dos pensamientos claros que hasta hoy recuerdo como si los hubiera tenido ayer: no quería morir y me dolía pensar que mi mejor amiga, Jemma, sería quien hubiera encontrado mi cuerpo”, relató en su libro The Girl Who Fell From the Sky.
Recuperación: una lucha de cuerpo y mente
Cuando llego a urgencia de un hospital en Bern, Emma enfrentó un diagnóstico devastador: quizás no volvería a caminar. Sin embargo, esto no la detuvo para luchar con determinación y resiliencia. Por medio de sesiones de fisioterapia, logro recuperar su movilidad parcialmente. Aunque la sensibilidad de su cuerpo no logro recuperarla por completo.
“Decidí que no iba a medir mi felicidad en sí volvía a caminar o no. Mi vida tiene valor más allá de mi capacidad física”, reflexionó Emma en una charla TED que brindó en 2023, al cumplirse una década de su accidente.
Volver al lugar del accidente y recordar cómo sobrevivir a una caída sin paracaídas
Una década después, Emma y Jemma regresaron juntas al lugar donde ocurrió el fatídico accidente. Para ambas, fue un momento de cierre emocional.
“El peor momento de mi vida ya pasó. Puedo manejar cualquier otra cosa”, concluyó Emma con una fortaleza inspiradora.
¿Por qué a veces los paracaídas fallan y no logran abrirse correctamente?
No pienses que esto es algo que ocurre habitualmente, la realidad es que los paracaídas pueden fallar por dos razones principales: errores humanos y fallas técnicas. Si se trata de una falla técnica, es probable que sea por defectos del equipo, como que la bolsa esté bloqueada o tenga un pilotillo enredado. También puede ocurrir por una falta de mantenimiento.
En cuando a los errores humanos, esto puede ser desde una posición incorrecta para abrir el paracaídas, estar distraído o desorientado durante el salto. Lo que puede ocasionar que no se accione la anilla a tiempo. Por eso, es importante mantener el equipo en bien estado y recibir un entrenamiento adecuado antes de lanzarse.
¿Qué tan probable es que un paracaídas no se abra durante un salto?
Las probabilidades de que un paracaídas se caía son de 1 en 700 saltos aproximadamente. Por esa razón, los paracaidistas siempre llevan uno de reserva que está diseñado para una mayor confiabilidad. Lo que representa un estimado de fallo de 1 por cada 20,000 despliegues.
Si te preguntas si el paracaídas de reserva puede fallar y el principal también las probabilidades son extremadamente bajas, de 1 en 10 millones de saltos. Por lo que, la mayoría de los incidentes de paracaidismos ocurren por errores humanos, lo que resalta la importancia de un buen mantenimiento y entrenamiento adecuado tanto del equipo, como de los involucrados.