El papa Francisco, de 88 años, sigue en recuperación tras haber sido ingresado el viernes en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis.
Aunque mostró algunas mejorías, los médicos le indicaron reposo absoluto, lo que le impidió dirigir su tradicional oración del Ángelus este domingo, informó el Vaticano.
A pesar de su estado de salud, el pontífice asistió a la misa en el hospital, aunque no pudo presidirla. En su lugar, el cardenal José Tolentino de Mendonça leyó su homilía:
“Vivimos en una época en la que se levantan nuevos muros, en la que las diferencias se convierten en pretexto para la división, en lugar de ser una oportunidad para el enriquecimiento mutuo.”
Padece el papa Francisco de bronquitis
El papa también envió un mensaje de disculpa a un grupo de artistas y figuras del ámbito cultural con los que tenía previsto reunirse:
“Me hubiese gustado estar entre ustedes pero, como sabrán, estoy aquí en el hospital Gemelli porque todavía necesito tratar mi bronquitis.”
El jefe de la oficina de salud de la Conferencia Episcopal Italiana, Massimo Angelelli, destacó la importancia de que Francisco se recupere completamente. Especialmente porque —el próximo año se celebrará el Jubileo 2025, un evento para el cual se espera la llegada de más de 30 millones de peregrinos a Roma—.
A pesar de sus problemas de salud, que incluyen dolores en la rodilla y la cadera que lo obligan a usar silla de ruedas, el papa ha mantenido una agenda intensa en los últimos meses. Sin embargo, su recuperación sigue siendo una prioridad para el Vaticano.