Ante los problemas de escasez de agua y el envejecimiento de la infraestructura, el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) 236 ha decidido tomar cartas en el asunto, implementando soluciones creativas y sostenibles. Con el fin de mitigar el desabasto de agua, se ideó un sistema para aprovechar y mejorar el uso del agua en escuelas de Ciudad Victoria. Esto por medio del aprovechamiento del agua que desperdician los aires acondicionados. Así lo explico el director del plantel, Juan Marcos Saldaña García.
“Hicimos una prueba. Diariamente, cada aire acondicionado desecha 19 litros de agua. Imagínate, 19 litros que se estaban tirando. Son alrededor de 78 climas”.
Para evitar que se desperdicie, ahora es dirigida hacia tinacos ubicados en los edificios. El agua ahora tiene un mejor uso en escuelas de Ciudad Victoria, ya que se utiliza para regar las áreas verdes del plantel. Aunque el agua recuperada podría servir para los sanitarios, por el momento se utiliza exclusivamente para la jardinería.
“Si ustedes se acercan a nuestro plantel, tenemos áreas verdes muy bonitas para que nuestros alumnos y el personal estén bien. Siempre las mantuvimos así. Era agua que se desperdiciaba y, además, deterioraba nuestras instalaciones porque el goteo constante manchaba las paredes y hacía ranuras. Pero ahora, con este sistema, estamos muy bien”.
Dado el intenso calor que afecta a la región, la climatización de las aulas es una prioridad para el CBTis 236. En las aulas del segundo piso, donde el calor es más fuerte, se han colocado unidades adicionales de aire acondicionado.
“Tenemos un mantenimiento constante a los aires acondicionados. Se les hace dos mantenimientos generales al semestre y, durante el transcurso del semestre, se están limpiando las rejillas. Ahí colocamos un aire acondicionado extra. Tenemos seis toneladas en esas aulas precisamente por la cuestión de estas olas de calor”.
Por último, el crecimiento del plantel ha puesto a prueba la infraestructura eléctrica, especialmente por el desgaste de los cables.
“Nuestro plantel tiene 36 años. Como toda casa, se va deteriorando, tuvimos problemas el año pasado con sobrecalentamiento. Se cambiaron algunos centros de carga grandes y el cableado, pero batallamos bastante porque es un cable muy grueso que aquí en Victoria no había”.
Por Jordan Espinosa