Real Madrid se topó con más problemas de los esperados en su visita al Sánchez-Pizjuán. A pesar de que el Sevilla se quedó con un hombre menos desde el minuto 12, el Real Madrid tuvo que batallar bastante para llevarse los tres puntos con un resultado 2-0.
Todo empezó cuando Loïc Badé derribó a Mbappé, quien se escapaba solo rumbo al arco, y el árbitro lo expulsó de inmediato. El central sevillista no tuvo opción y lo bajó, lo que le costó la roja directa. Con uno menos tan temprano, el Sevilla se echó para atrás y dejó claro que su objetivo era no salir goleado ante el Madrid. Cerraron espacios, olvidaron el ataque y confiaron en que Nyland hiciera milagros.
Y vaya que el arquero noruego respondió. En varias ocasiones detuvo los intentos del Real Madrid, que no encontraba cómo abrir la defensa local. Al inicio del segundo tiempo, las cosas se complicaron aún más para los andaluces. Al 48′, Isaac Romero apenas llevaba dos minutos en el campo cuando cometió una entrada fuerte sobre Tchouaméni. El árbitro no dudó y lo mandó también a las regaderas.
Con nueve en la cancha, el Sevilla se encerró todavía más ante el Real Madrid, buscando otro resultado. Buscaban que el reloj corriera y el empate sin goles se convirtiera en un pequeño triunfo. Pero al 75′ apareció Mbappé. El francés le pegó con derecha y, aunque Nyland voló, no pudo hacer nada para evitar el gol.
Diez minutos después, Bellingham cerró el partido con un cabezazo a segundo poste tras un buen centro de Gonzalo García. El árbitro Mateo Busquets apenas dio un minuto extra. Al 91′, pitó el final. Sevilla, ya sin preocupaciones de descenso, se queda con 41 puntos, el Madrid, con un resultado de 81, cerrará su temporada en casa ante la Real Sociedad.