Antes de pisar la pista, Daniel Suárez decidió subirse al mood chilango para la NASCAR México. Se puso su máscara de luchador, agarró micro con rumbo al Autódromo Hermanos Rodríguez y, como buen foráneo en CDMX, no se salvó de caer ante los tacos de canasta.
El claxon sonó y, en cuanto el pecero se detuvo, Daniel Suárez bajó como todo un campeón rumbo a la NASCAR México. Lo acompañaban su esposa, Julia Piquet, y un mariachi que, sin pensarlo dos veces, se echó un “Cielito lindo”. Mientras el piloto posaba para la foto del recuerdo.
“Sí, muy bonito. Los mariachis hicieron una gran labor, mis amigos luchadores, pero los rudos. Siempre rudos.”
El regio no ocultó su emoción por estar en territorio mexicano, sintiéndose como en casa. Pero también dejando claro que ya se enfoca en lo que viene: el rugir de los motores. Los fans lo han apapachado, le piden fotos y le desean suerte, pero Suárez ya cambia el chip y se enfoca en correr.
“Muy afortunado de estar aquí. Sinceramente los últimos días he estado viviendo un sueño y ahora toca concentrarme también en la pista, que obviamente al final del día es por lo que venimos y tratar de divertirnos. Emocionalmente estoy muy bien, estoy en un muy buen estado. Hoy es el primer día que ya tengo que empezar a cambiar mi mente poco a poco y enfocarme en las carreras y contento, contento de estar aquí con todos ustedes y ojalá que podamos ver al número 99 adelante.”