La Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México mostró su “profunda preocupación” tras el anuncio del doctor Hugo López Gatell como representante del país ante la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para ellos, este es un cargo “inaudito”, además de inexistente dentro del esquema formal de la diplomacia mexicana.
En un comunicado firmado por los 18 integrantes, liderados por Jaime Sepúlveda Amor. Los especialistas recordaron que durante sus investigaciones documentaron graves omisiones y decisiones. Las cuales contribuyeron a que México tuviera, según cifras de la propia OMS, el cuarto lugar mundial en exceso de mortalidad con más de 808 mil fallecimientos. También señalaron el mayor número de muertes de personal médico en América. Un 44 por ciento de mortalidad hospitalaria y más de 215 mil niños huérfanos por la pérdida de alguno de sus padres. Esto, sumado a las secuelas en educación, economía y salud mental.
Comisión se opone a nombramiento de Gatell en la OMS
Destacaron que López Gatell, quien fue subsecretario de Salud y el principal responsable del manejo de la pandemia en el País. Ahora recibe este nombramiento sin que se haya ofrecido a la ciudadanía un análisis serio de las fallas que derivaron en esas cifras tan dolorosas. Criticaron que ni siquiera se explicaron decisiones como el uso de datos falsos para definir el color del semáforo epidemiológico en pleno pico de contagios en la Ciudad de México.
Los integrantes de la Comisión advirtieron que, por respeto a las víctimas. La relación de México con la OMS no debería quedar en manos de funcionarios que, según dijeron, tuvieron responsabilidad directa en que la respuesta del gobierno se apartara “de forma sostenida, profunda y sistemática de las recomendaciones de dicha institución”.
“Lejos de estar guiada por la precaución, la ciencia y la verdad, la respuesta oficial se caracterizó por la negación persistente del riesgo, la reiteración de errores, el menosprecio hacia la comunidad científica y la transferencia de toda responsabilidad a las personas enfermas. El manejo político de las percepciones se puso por encima de las normas de la OMS, la evidencia y la vida misma”, aseguraron.
Finalmente, señalaron que este nombramiento no solo ignora las lecciones que dejó la pandemia, sino que manda “una señal alarmante”. Sobre el poco compromiso del Estado mexicano con los estándares internacionales de salud pública y con el derecho de las víctimas a conocer la verdad.