En medio de crecientes tensiones dentro de Morena, la diputada local del PRI, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, advirtió que el partido podría recibir un voto de castigo en las elecciones de 2027. Similar a lo ocurrido en Bolivia tras el desgaste del gobierno de Evo Morales.
Asimismo, señaló que los enfrentamientos y divisiones entre grupos internos reflejan una pugna por el control del poder, lo que podría derivar en una ruptura.
“Es un afán de alguien o de algunos, de alguna fracción dentro de Morena, que intenta quedarse, o por lo menos no permitir que un grupo se quede con todo el pastel”.
La legisladora también comparó la coyuntura mexicana con casos internacionales.
“Ahí está Bolivia, que ya lo vivió: de tener el 51 % de la votación y todos los escaños, pasó a tener un solo diputado. Es un péndulo internacional; estamos viendo un regreso, digamos, no a la derecha, pero sí al centro”.
Sobre el liderazgo interno, sostuvo que el ex presidente López Obrador continúa influyendo tras bambalinas. Además, consideró que la reciente aparición de la dirigencia nacional y de los coordinadores en las Cámaras es parte de la lucha por la sucesión.
La priista criticó la propuesta de reforma electoral impulsada por Morena, al asegurar que carece de visión técnica y podría dañar a sus aliados como el PT y el Verde, cuya fuerza se sustenta en la representación plurinominal.
“El hablar de quitar los plurinominales con dos partidos aliados cuya fuerza está en esas figuras habla de una negociación muy complicada”.
Por su parte, cuestionó la capacidad de quienes promueven la reforma y advirtió que de aprobarse, estados como Guerrero, San Luis Potosí y Zacatecas podrían quedarse sin representación. Esto, mientras se intenta imponer a familiares o cercanos en el poder. Con ello, se incrementa el riesgo de un voto de castigo a Morena en las próximas elecciones.
Por Lupita Domínguez González
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