La Iglesia católica hizo un llamado a los padres de familia para que presten más atención a lo que sus hijos consumen y producen en internet. La Iglesia advirtió que acompañar a los jóvenes en su interacción digital es una tarea fundamental, subrayando que “no basta con vigilar pantallas”.
Mediante su editorial Desde la Fe, la Iglesia recordó que la familia es el primer lugar donde se aprende a comunicar y a discernir; que este aprendizaje requiere encuentro real y escucha. Además, de silencios compartidos. En este contexto, afirmó que la tecnología debe servir para fortalecer estos vínculos familiares, no para reemplazarlos.
Los datos globales refuerzan esta necesidad. —Según un informe de la ONU—, más de un tercio de los jóvenes en 30 países han experimentado ciberacoso. Y uno de cada cinco ha faltado a la escuela por esta causa. Además, en EU, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportaron que los adolescentes que pasan más de 4 horas diarias frente a una pantalla son casi el doble de propensos a sufrir síntomas recientes de ansiedad (27.1 por ciento) y depresión (25.9 por ciento) en comparación con aquellos que utilizan menos tiempo.
La Iglesia también señaló que organismos internacionales como UNICEF insisten en la importancia de reforzar la seguridad en línea. Los riesgos, incluyendo la explotación sexual facilitada por la inteligencia artificial, están aumentando y requieren la intervención de la familia, la escuela, las plataformas y el Estado.
Iglesia pide a padres estar atentos al uso de internet de hijos
Por ello, la Iglesia hizo un importante llamado a la sociedad en general. Con ello, para acercarse más a los jóvenes y apoyarlos en el desarrollo de una comunicación más humana:
“Acompañar significa habitar con ellos sus mundos: ver juntos lo que ven, hacer preguntas abiertas y poner reglas claras acordadas y revisadas en familia: tiempos de uso, espacios libres de pantallas, y horarios de descanso”, expresó.
Para concluir, invitó a los padres a hablar sobre temas como la privacidad, la empatía, la verificación de información. Y, especialmente, a proteger a los jóvenes de los abusos que llegan a existir en el mundo del internet:
“Acompañemos a nuestros hijos para que lo digital no vacíe el corazón. Padres presentes, hijos más libres: ese es el camino”.