West Yorkshire; Inglaterra / Redacción:
Mientras jugaba en el interior de su vivienda, un menor terminó sin vida luego de electrocutarse con una lámpara.
A Oliver “N” lo encontró muerto en el piso su madre Charlotte “N”, sosteniendo la lámpara modificada, para aumentar su potencia de 12 a 240 voltios.
La mujer comenzó a hacerle RCP al niño sobre una paca de heno, mientras que su tío llamó al 999 para pedir ayuda; rápidamente lo llevaron al hospital, donde poco después lo declararon muerto. La familia estaba construyendo una nueva granja y habían comprado dos casas rodantes para vivir ahí, hasta que terminaran las obras.
“Ninguna madre o padre quiere encontrar a su niño pequeño en estas circunstancias”, indicó el médico forense Martin Fleming.
El propietario original de la casa rodante, admitió ser dueño de la lámpara, pero no tenía conocimiento de alguna modificación. Vendió la vivienda como chatarra a una compañía de autos usados, quienes a su vez la ofrecieron a la familia.
En una declaración leída a la Corte, se dijo que todo artículo que viniera con alguna casa rodante debía eliminarse antes de venderse. La policía excluyó cualquier participación de un tercero en la muerte del niño.
Agencias / Vox Populi Noticias