Redacción:
El tamaño del pene es una de las cosas que más problemas pueden causar al hombre y no por la hora de tener relaciones sexuales; sino por una idea. Quizá este nuevo análisis le ayude a entender que a la hora de los orgasmos hay cosas más importantes.
Aclaró que de acuerdo a la biología humana; en promedio el pene mide 9 centímetros en estado flácido y 13 centímetros cuando está erecto. Por su parte, el grosor promedio es de 9 centímetros en reposo y 11 centímetros durante la erección.
El tamaño habla también de la raza, edad y genética, por lo que podemos concluir que los penes pueden variar mucho y eso es una muy buena noticia.
Así como hay chicos que se vuelven locos por la variedad de tamaños de seno o de trasero, hay chicas que aprecian las diferencias en los penes, todo se vale en esta vida.
Lo que otros dicen, lo que se observa en cintas para adultos, los mismos amigos que alardean y claro, los medios de información que promueven los “grandes paquetes” crean estereotipos que en realidad son difíciles de cumplir. En realidad solo lo hacen para que consumamos sus productos o servicios.
Muchos creen que el tamaño del pie es proporcional al tamaño del miembro pero es totalmente falso. En hombres el desarrollo del pene y los dedos del pie; así como en las mujeres el desarrollo del clítoris y los dedos son influenciados por el mismo gen. Aun así, no quiere decir que el largo de uno predice el largo del otro.
Uno de 10 centímetros de largo es normal mientras que uno de 16 centímetros puede preocuparnos por pensar que causará alguna incomodidad durante la penetración.
Afortunadamente la vagina tiene músculos que se ajustan a lo que está en ella, desde un tampón, hasta un bebé, un juguete sexual y claro, un miembro masculino.
Recordemos también que la mayoría de las terminaciones nerviosas femeninas se encuentran en el clítoris; por lo que si este no es estimulado, no importa el tamaño del pene ni la fuerza del movimiento de penetración, simplemente no habrá orgasmo femenino.
En sí lo ideal es que experimentemos con las zonas erógenas de ambos; recorrer toda nuestra piel, aprovechar cuello, pecho, pezones, abdomen bajo, entrepierna y más además de estimular el clítoris y realizar la penetración.