Matamoros, Tam/Redacción:
Debido a la saturación por el aumento de pacientes COVID-19 en los hospitales de la ciudad de Matamoros, otras personas que también requieren de atenciones médicas están sufriendo por no poder acceder a estos espacios o siquiera a que un especialista los revise.
Es el caso de la señora “Tomasa” de 75 años, a la que no recibieron en ningún nosocomio de la ciudad, a pesar de presentar síntomas de coronavirus.
Los hechos ocurrieron cuando una de las hijas de Tomasa, fue a visitarla a su vivienda, pero al entrar se percató de que la ancianita se encontraba en el suelo y había perdido el conocimiento; ante la desesperación, rápidamente la tomó en sus brazos y se dirigió a la Clínica Guadalupe, en donde dice que la recibieron, pero solamente le tomaron la temperatura, la cual marcaba 38 grados, pero en ningún momento la atendieron.
Al ver que la situación de la señora empeoraba, los familiares decidieron buscar en otro centro médico y se dirigieron al ISSSTE, pero trabajadores de hospital explicaron que no podían recibir más pacientes debido a que se encontraban llenos, por la misma causa, la pandemia.
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A pesar de las negativas del personal de los hospitales, llevaron a Tomasa a la Unidad Móvil del Hospital General, en donde previamente se les advirtió que no se les podría atender porque no había espacio, pero que podrían canalizarla al pabellón habilitado por Médicos Sin Fronteras, en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, UAT.
Cuando al fin creyeron que esta fémina de la tercera edad por fin recibiría una valoración médica, resultó que tampoco la podían atender.
Lo único que les quedó fue regresar al Hospital General, pero tuvieron que mantenerse en espera a pesar de la gravedad de doña Tomasa, que estaba inconsciente al lado de sus familiares, quienes lloraban de impotencia ante el temor de perder a su ser querido.