Tampico, Tamaulipas / Rufino Aguilera.- Con un semblante de preocupación por la crisis hídrica que padece el sur de Tamaulipas, el señor Eustolio Acosta, de oficio pescador, tiene que remar en su embarcación de motor, para evitar que este se quede atascado en el fango y pueda dañarse.
Él, como poblador ejidal, jamás había visto que los niveles del agua bajaran tan drásticamente y que afectara su principal actividad que le genera ingresos, como es la pesca, pues no hay producto de escama y eso le genera un serio problema a su bolsillo.
Originario de La Isleta, el único ejido que tiene Tampico, Tamaulipas, le cuesta llegar remando a la Casa de la Naturaleza por víveres, en un tiempo aproximado de 35 minutos, por lo que queda el canal de navegación, si encendiera su motor y con un buen nivel de agua en el sistema lagunario en 10 minutos estaría llegando de extremo a extremo.
Hace 8 años que no hay presencia de lluvias en esta región sur de Tamaulipas, hoy se puede ver el estrés hídrico y sus consecuencias, al grado que han empezado a racionar el agua en Altamira, la industria está haciendo paros técnicos y pronto los hogares y comercios de Tampico y Ciudad Madero, comenzarán a sentir los estragos que el estiaje está causando.