Mirar hacia arriba y ver el azul es un hermoso y cotidiano espectáculo natural. Sin embargo, seguramente te has preguntado ¿por qué el cielo es azul? La respuesta se encuentra en un fascinante fenómeno físico llamado dispersión de Rayleigh —que involucra la luz solar, nuestra atmósfera y nuestros ojos—.
Aunque la luz del sol parece blanca, en realidad está compuesta por una mezcla de colores con diferentes longitudes de onda. Desde el rojo hasta el violeta, cada color tiene su propia longitud de onda específica. En el vacío del espacio, esta luz viaja en línea recta sin desviarse.
La atmósfera terrestre funciona como un filtro natural
Cuando la luz solar entra en nuestra atmósfera, se encuentra con moléculas de gas como el nitrógeno y el oxígeno. Estas moléculas dispersan la luz en todas direcciones; la cantidad de dispersión depende de la longitud de onda de la luz:
- Colores de onda larga (rojo, naranja, amarillo): se dispersan menos y siguen un camino más recto. Por eso, ves el sol rojo o anaranjado durante el amanecer y el atardecer —cuando la luz atraviesa más atmósfera—.
- Colores de onda corta (azul, violeta): se dispersan más fácilmente y se esparcen por todas partes. Por eso, al mirar hacia el cielo, ves una luz azul dispersada en todas direcciones, lo que da la impresión de un cielo azul.
Ahora, el fenómeno detrás de por qué el cielo es azul se llama dispersión de Rayleigh. Esta teoría, formulada por el físico británico Lord Rayleigh a finales del siglo XIX, dice que la cantidad de dispersión de la luz es inversamente proporcional a la cuarta potencia de su longitud de onda.
Esto significa que la luz azul —con su longitud de onda más corta— se dispersa mucho más que los colores de onda larga como el rojo o el naranja.
La sensibilidad de los ojos
Los ojos también juegan un papel crucial. La retina humana es más sensible a la luz azul que a otros colores; esto significa que percibimos la luz azul con mayor intensidad. Esto contribuye a la percepción de un cielo predominantemente azul.
Entonces, podrías preguntarte por qué el cielo no es violeta. En vista de que el violeta tiene una longitud de onda aún más corta que el azul, podrías esperar un cielo violeta. Sin embargo, el sol emite mucha más luz azul que violeta. A pesar de que la luz violeta se dispersa más, hay menos de ella en el espectro solar, permitiendo que la luz azul domine.
Otros factores que influyen en por qué el cielo es azul
Además de la dispersión de Rayleigh, varios factores pueden alterar el color del cielo. Algunos de ellos son la cantidad de partículas en la atmósfera, la posición del sol y la altitud:
- Cantidad de partículas en la atmósfera: polvo, humo o contaminación pueden aumentar la dispersión de la luz; esto hace que el cielo parezca más gris o blanco.
- Posición del sol: cuando el sol está bajo en el horizonte, su luz atraviesa más atmósfera; esto resulta en un cielo más rojo o anaranjado.
- Altitud: a mayores altitudes, hay menos moléculas de gas en la atmósfera. Por lo tanto, la dispersión de la luz es menor y el cielo se ve más oscuro y de un azul más intenso.
Algo “tan simple” como que el cielo azul es un recordatorio de lo complejo que es el planeta. Gracias a la teoría de la dispersión de Rayleigh —y a la labor de destacados científicos— se puede entender mejor este fenómeno.