Con la llegada del verano, la piel enfrenta nuevos desafíos. La exposición constante al sol, el aumento en la temperatura y la humedad exigen un cambio en la rutina de cuidado para proteger su frescura y salud. La piel, nuestro órgano más grande, no solo es una barrera que nos protege, también refleja el cuidado que le ofrecemos. Continua y descubre cómo cuidar la piel en verano:
1. Protección Solar: Tu aliado indispensable
El bloqueador solar es imprescindible en esta temporada. La exposición prolongada al sol sin protección puede causar daños profundos, desde quemaduras hasta el envejecimiento prematuro. Elegir un protector solar de amplio espectro, que bloqueé tanto los rayos UVA como los UVB, es el primer paso para evitar los efectos nocivos del sol.
Aplica una cantidad generosa de protector solar al menos 20 minutos antes de salir, y no olvides reaplicarlo cada dos horas, especialmente si estás en contacto con el agua o transpiras mucho. Un buen truco es llevar una versión en spray para retocarlo sin complicaciones.
2. Hidratación Constante
En verano, la piel pierde agua rápidamente debido al calor y al sudor. Esto hace que la hidratación sea un paso crucial para evitar que la piel se vea opaca y deshidratada. Beber suficiente agua ayuda a mantener el cuerpo hidratado desde adentro, lo cual se refleja en la piel, dándole un aspecto más saludable y fresco.
Usa productos hidratantes ligeros, como sueros a base de ácido hialurónico, que ayudan a retener la humedad sin dejar una sensación pesada o grasosa. Además, opta por lociones en lugar de cremas densas, ya que estas últimas pueden resultar incómodas en climas cálidos.
3. Limpieza suave y regular
Al cuidar la piel en verano debes tener en cuenta que la piel acumula suciedad y residuos a lo largo del día, especialmente en estas épocas. El sudor, la sal del mar y los restos de protector solar pueden obstruir los poros si no se retiran adecuadamente. Una limpieza suave, dos veces al día, asegura que la piel respire y esté libre de impurezas.
Elige limpiadores sin sulfatos, que limpien sin resecar. Los geles y espumas suaves son una excelente elección en esta temporada, ya que eliminan impurezas sin dañar la barrera natural de la piel. Una opción extra puede ser incluir un tónico refrescante después de la limpieza para cerrar los poros y aportar frescura.
4. Alimentación
El verano invita a consumir alimentos más ligeros, y es un buen momento para incorporar frutas y verduras frescas en la dieta. Los alimentos ricos en antioxidantes, como los cítricos, las fresas y el pepino, no solo hidratan, también ayudan a proteger la piel de los radicales libres, promoviendo una apariencia radiante y saludable.
Prepara bebidas refrescantes con frutas como la sandía o el melón. Estos alimentos tienen un alto contenido de agua y aportan vitaminas esenciales que mantienen la piel hidratada desde adentro.
5. Evita el Exceso de Maquillaje
Al cuidar la piel en verano, menos es más. Cargar la piel con demasiado maquillaje puede obstruir los poros y aumentar el riesgo de irritación. Opta por un look natural; una buena hidratación y un protector solar con color pueden reemplazar a la base en muchos casos.
Un toque de máscara de pestañas a prueba de agua y un bálsamo labial con color y SPF son suficientes para un look fresco y veraniego. Además, permitirás que la piel respire y que luzca más saludable.
6. Usa Ropa Ligera
Las prendas ligeras y de materiales naturales, como el algodón o el lino, no solo son frescas y cómodas, también ayudan a reducir el riesgo de irritación y permiten que la piel respire. Usar sombreros de ala ancha, gafas de sol y prendas que cubran los hombros te ayudará a proteger las zonas que suelen estar más expuestas.
Busca prendas con protección UV incorporada para obtener una protección adicional y reducir la necesidad de aplicarte protector en todo momento. Estas prendas, además de frescas, ayudan a prevenir quemaduras.
7. Cuidado Extra para las Zonas Sensibles
Algunas áreas, como los labios, el contorno de los ojos y las manos, suelen pasar desapercibidas en la rutina de protección solar. Sin embargo, estas zonas tienen una piel más delicada y son propensas a deshidratarse o a mostrar signos de envejecimiento prematuro.
Usa bálsamos labiales con SPF y aplica protector solar en el contorno de los ojos. No olvides las manos, ya que están constantemente expuestas y pueden presentar manchas si no las cuidas adecuadamente.