La figura de Santa Claus ha perdurado a lo largo de los siglos. Este ha seguido evocando un sentimiento de magia y generosidad cada Navidad. Su origen es una mezcla rica de tradiciones, mitos y leyendas que han evolucionado con el tiempo.
A principios del siglo XX, la figura de Santa Claus había perdido algo de su brillo. Pero fue gracias a una estrategia de marketing de una marca de refrescos. Que en los años treinta catapultó al personaje a la cima de la popularidad mundial.
¿De dónde viene Santa Claus en Navidad?
El mito de Papá Noel tiene sus raíces en la devoción por San Nicolás de Bari, un obispo del siglo IV nacido en lo que hoy es Turquía. San Nicolás se destacó por su generosidad y amor hacia los niños.
Una de las historias más conocidas relata cómo salvó a tres mujeres jóvenes de la pobreza. Dejando bolsas de oro en sus calcetines, que se secaban junto a la chimenea. Debido a este acto de bondad se convirtió en la base de la tradición de dejar regalos en las casas durante la noche.
La leyenda de San Nicolás se extendió por Europa, la cual dio lugar a diversas representaciones de este personaje. Con el tiempo, esta figura se transformó en el Santa Claus que conocemos hoy.
La figura de Santa Claus, —conocida por su generosidad y cariño hacia los niños—, tiene sus raíces en las características de San Nicolás de Bari. Quien es un santo muy venerado en toda Europa. Esta tradición se fortaleció cuando los seguidores de San Nicolás emigraron a Estados Unidos, llevando consigo su devoción.
Los colonos holandeses en Estados Unidos celebraban a Sinterklaas, una figura similar a San Nicolás. A lo largo de los siglos, la figura de Santa Claus fue moldeada por diversas influencias culturales y folclóricas, fusionando elementos de distintas tradiciones.