La Selección Nacional de México rompió finalmente con la maldición de la Nations League, al coronarse campeón en este torneo tan esperado. El equipo dirigido por Javier Aguirre derrotó 2-1 a Panamá en la final disputada en el SoFi Stadium, ―gracias a un impresionante doblete de Raúl Jiménez―.
El delantero del Fulham se convirtió en el gran protagonista de este torneo, al marcar los cuatro goles que anotó el Tricolor en sus dos partidos del Final Four. Con estas anotaciones, Jiménez entra en la historia del Tri, convirtiéndose en el tercer máximo goleador de la selección, solo por detrás de Javier Hernández y Jared Borgetti.
El “Vasco” Aguirre le devolvió la ilusión a los mexicanos desde su llegada al mando. Una de sus constantes mensajes ha sido que los jugadores sientan orgullo de representar a México, lo que se ha visto reflejado en el campo con un equipo comprometido y motivado. Esta ha sido la clave para conseguir este campeonato.
México conquista la Concacaf Nations League con un triunfo épico ante Panamá
México repitió la dosis de hace dos años a Panamá, al conseguir el triunfo en los últimos minutos gracias a un penalti. Este triunfo le da al Tricolor el trofeo que tanto le faltaba en la Concacaf, mostrando que poco a poco el gigante de la región parece despertar.
La primera anotación de Raúl Jiménez llegó muy temprano, cuando apenas se jugaban ocho minutos. Con un cabezazo al segundo poste, remató un centro preciso de Luis “Piojo” Alvarado, desatando la euforia de las más de 70,000 personas presentes en el estadio.
El equipo mexicano intentó conseguir el segundo gol para asegurar el triunfo
El equipo mexicano buscó el segundo gol para asegurar la victoria, pero Panamá se reorganizó y, por momentos, logró quitarle la posesión del balón a México. ―Esto generó nerviosismo en Luis Ángel Malagón―, quien, en una mala salida, cometió un penalti que Adalberto Carrasquilla ejecutó de manera magistral, empatando el marcador 1-1.
Aunque el resultado parecía injusto, ya que solo México mostró intención de hacer daño en el campo, el Tricolor no dejaba de presionar. Cuando parecía que el partido se iría a tiempo extra, una mano milagrosa dentro del área favoreció a México, y el árbitro no dudó en señalar el penalti. Raúl Jiménez fue el encargado de convertirlo y darle el título a su selección.
Ahora, con este trofeo ya en las vitrinas de la Selección, el equipo de Aguirre deberá seguir trabajando para concretar lo que queda del proceso rumbo al Mundial de 2026. ―A un año del gran evento en casa―, México está más despierto que nunca y listo para hacer historia.