La escasez de la vacuna contra la tuberculosis en México ha generado creciente preocupación entre padres de familia, quienes temen por la salud de sus hijos recién nacidos.
Vanessa es uno de los tantos casos. Durante meses, acudió repetidamente a una clínica en San Mateo Atenco, Estado de México, con la esperanza de que su hija Gina recibiera la vacuna. Sin embargo, se encontró una y otra vez con la misma respuesta: no había dosis disponibles.
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Esta problemática no es nueva. Desde hace cuatro años, la falta del biológico ha evidenciado fallas persistentes en el sistema de salud. En 2021, incluso expertos pidieron formalmente a las autoridades sanitarias federales una explicación sobre la escasez, pero hasta la fecha no hay una respuesta oficial que aclare la situación.
Consecuencias graves en la salud infantil
La falta de vacunación ya está dejando secuelas. Entre 2018 y 2022, millones de bebés no recibieron la inmunización necesaria contra la tuberculosis, lo que ha derivado en un preocupante aumento de casos de meningitis tuberculosa, una de las formas más severas de la enfermedad.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud Federal, los casos de tuberculosis en México pasaron de más de 21,000 en 2018 a casi 26,000 en 2024. De estos, un 8 % corresponde a menores de 19 años, es decir, más de dos mil niños y adolescentes enfrentaron esta enfermedad.
México retrocede en cobertura de vacunación
La falta de acceso oportuno a la vacuna ha impactado la imagen de México, que anteriormente era un referente en inmunización infantil. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2023, menos de la mitad de los niños de un año tienen un esquema completo de vacunación.
La situación evidencia un gran reto para el sistema de salud. La cual enfrenta la urgente tarea de garantizar la protección de los más pequeños ante enfermedades prevenibles como la tuberculosis.