Organizaciones pro migrantes están levantando la voz ante la creciente preocupación por los efectos psicológicos que están sufriendo los migrantes en Estados Unidos. La causa: una “política del miedo” que está alimentando la desinformación entre quienes están gestionando su situación migratoria a través del programa CBP One.
Según Gladys Cañas Aguilar, presidenta de la Fundación Ayudándoles a Triunfar, muchos de los migrantes que llegaron bajo este programa, pero que aún no han completado sus trámites, están recibiendo mensajes y correos electrónicos que siembran pánico e incertidumbre.
“Hay una gran desesperación. Muchos optan por regresar voluntariamente a sus países de origen, pero esto deja un antecedente legal y un castigo migratorio. Nosotros no recomendamos tomar esa decisión”, destacó Cañas Aguilar.
Los migrantes en Estados Unidos que deciden retornar enfrentan un nuevo obstáculo: no tienen la documentación necesaria para transitar por México. Esto dificulta aún más su regreso, ya que no pueden comprar boletos de transporte. Como resultado, algunos se encuentran atrapados sin recursos ni apoyo en un país extranjero.
“No pueden comprar boletos de autobús ni de avión, y terminan varados en un país donde no tienen recursos ni apoyo”.
Cañas Aguilar relató el caso de un ciudadano venezolano que intentó regresar por su cuenta, pero tuvo que esperar varios meses para concretar su retorno, únicamente logrando hacerlo con la ayuda del gobierno mexicano.
Asimismo, la activista subrayó que la situación es crítica, pues la presión generada por estos mensajes precipita decisiones que pueden arruinar los trámites migratorios. Por lo mismo, hizo un llamado a los migrantes a acercarse a organizaciones de apoyo para obtener información confiable.
Por su parte, Cañas Aguilar recordó que aquellos que iniciaron su proceso migratorio mediante el CBP One tienen un plazo de un año para completar sus trámites, lo que les brinda tiempo para proceder con cautela.
Jorge Capetillo