La temporada 2025 de la Fórmula 1 está dejando algo muy claro: quien logra la pole position F1 el sábado, tiene medio camino hecho para llevarse el triunfo el domingo. Lo que pasa es que no se trata solo de correr rápido. Los sábados son clave: ahí se definen las primeras posiciones y se marcan las intenciones. Pero la chamba se termina el domingo, con buenas decisiones en pits, una puesta a punto perfecta del auto y aprovechando cada ventaja desde el arranque.
En Australia, Lando Norris se lució. Aseguró el primer lugar en la qualy y lo defendió hasta el final con su McLaren, llevándose el primer lugar del podio. Luego vino China y la historia fue parecida, pero con sus matices. Lewis Hamilton hizo lo suyo en el Shootout y se impuso con Ferrari en la carrera Sprint, logrando su primera victoria con la escudería italiana.
Ya el domingo, Oscar Piastri fue quien arrancó adelante y dominó sin muchos sobresaltos. El McLaren color papaya volvió a brillar, esta vez con el australiano al volante. En Japón, la película se repitió. Max Verstappen, aunque no tenía el auto más rápido, ajustó lo necesario y arrancó desde la pole position F1. Controló sus neumáticos y cruzó la meta sin mayor presión.
Lo más reciente fue en Bahréin, donde Piastri volvió a poner su nombre en lo alto. Salió desde la primera posición, acertó con el cambio de neumáticos y mantuvo la delantera, incluso después del Safety Car, cuando todos estaban parejos.
Hace un año, Verstappen también tuvo una buena racha saliendo desde la pole: ganó en Bahréin, Arabia Saudita y Japón. Solo en Australia se le fue de las manos por no terminar la carrera. Parece que en 2025, más que nunca, arrancar al frente es casi garantía de salir con los brazos en alto.