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Una enorme ovación estalló este jueves en la Plaza de San Pedro cuando el humo blanco salió de la chimenea de la Capilla Sixtina. La Iglesia Católica tiene nuevo líder: Robert Francis Prevost ha sido elegido como el nuevo sumo pontífice y ha adoptado el nombre de León XIV.
Fue el cardenal Dominique Mamberti quien pronunció las palabras tradicionales “¡Habemus papam!” desde la logia central de la Basílica de San Pedro, anunciando al mundo que concluyó el cónclave. Más de 40 mil fieles reunidos en la plaza celebraron con lágrimas, gritos de júbilo y banderas de distintos países.
El primer Papa estadounidense… y peruano
Robert Prevost es originario de Chicago, Estados Unidos, pero también cuenta con nacionalidad peruana, país donde ejerció gran parte de su labor pastoral. Su elección marca un momento histórico, pues es el primer Papa estadounidense y uno de los pocos misioneros agustinos que han alcanzado el papado.
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En su primer mensaje desde el balcón del Vaticano, León XIV agradeció al papa Francisco y pidió al mundo unirse en la construcción de la paz:
“El nuevo papa pidió hoy ayuda a la gente para ‘construir puentes de paz’ con el objetivo también de buscar la Justicia e invitó a hacerlo sin miedo”.
Conmovió además al dirigir parte de su mensaje en español:
“Y si me permiten también una palabra, un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú”, expresó emocionado, desatando una ovación entre los presentes.
Un legado que desafía
El nuevo pontífice hereda una Iglesia marcada por el impulso reformista del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril tras complicaciones de salud. Durante su papado, Francisco abogó por los pobres, los migrantes, el medio ambiente, y promovió la inclusión de mujeres y personas LGBT+ dentro de la Iglesia.
Ahora, León XIV enfrenta el reto de continuar ese legado o buscar un nuevo equilibrio en una institución que ha mostrado profundas divisiones internas en los últimos años.
¿Quién es León XIV?
Robert Prevost, nacido en 1955, ingresó a la Orden de San Agustín en 1981 y se ordenó como sacerdote en 1982. Poco después, comenzó su labor misionera en Chulucanas, Perú, donde forjó una profunda relación con el país que años más tarde lo recibiría como obispo.
Ejerció como prior general del Capítulo Agustino de Chicago y, en 2014, el papa Francisco lo designó como administrador apostólico de Chiclayo. En 2015, lo nombraron obispo de esa diócesis y, más adelante, asumió el cargo de vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Desde el Vaticano, Francisco lo eligió como prefecto de la Congregación para los Obispos y responsable de la Comisión para América Latina, dos cargos clave dentro del gobierno de la Iglesia.
León XIV también participó en temas sensibles, como la atención a víctimas del Sodalicio de Vida Cristiana, organización disuelta recientemente tras denuncias de abusos.
Con este nombramiento, la Iglesia inicia una nueva etapa con un Papa que conoce profundamente Latinoamérica, que ha vivido de cerca los desafíos sociales y pastorales del continente, y que ahora liderará a más de mil millones de católicos en el mundo.
