Luego de la conclusión de los conversatorios sobre la reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado dejó clara su postura: no avalarán la llamada “Ley Censura”.
El coordinador de los senadores priistas, Manuel Añorve, sostuvo que la bancada no apoyará una iniciativa que, según dijo, legaliza la censura y pone en riesgo derechos fundamentales.
“No estaremos de acuerdo ni ahora ni nunca con una ley que legaliza la censura, vulnera derechos fundamentales y concentra el poder en una sola voz”, expresó.
De acuerdo con Añorve, esta no es una reforma. Sino un ataque directo a la libertad de expresión, al derecho a la información y a la privacidad de millones de personas. Afirmó que tampoco lo permitirán, y recordó que los especialistas invitados a los foros coincidieron en estas preocupaciones.
—El senador explicó— que durante los encuentros se dejó en claro que los derechos de las audiencias son derechos humanos, no simples sugerencias. Sin embargo, la reforma busca reducirlos a recomendaciones sin fuerza legal.
PRI reitera rechazo hacia reforma en Telecomunicaciones por atentar contra las audiencias
Asimismo, Añorve también criticó que el dictamen otorga al gobierno la facultad de suspender señales o bloquear plataformas digitales. Esto, sin necesidad de una orden judicial, lo cual, advirtió, es inconstitucional y va en contra del principio de legalidad.
Otro de los puntos que preocupan al legislador es que se propone conservar los datos personales de los usuarios durante 24 meses. Sin justificación ni garantías de protección, todo a través de un padrón nacional sin salvaguardas.
Además, —señaló— que concentrar todas estas atribuciones en una sola agencia subordinada al Ejecutivo y sin contrapesos representa una amenaza directa a la pluralidad de medios y a la libertad de expresión.
Finalmente, llamó la atención sobre la propuesta de regular el contenido diferenciando entre información y opinión. Algo que dijo podría derivar en castigos a medios incómodos.
“En la práctica solo servirá para sancionar a medios incómodos, intimidar periodistas y callar voces críticas al poder”, advirtió.