Nuevo Laredo amaneció este miércoles con las huellas de una madrugada pasada por agua. Una tormenta soltó más de 3.75 pulgadas de lluvia en solo tres horas, acompañada de fuertes ráfagas de viento que llegaron a superar los 50 kilómetros por hora en Nuevo Laredo.
A pesar de la fuerza del aguacero, no hubo daños graves. El reporte oficial de Protección Civil y Bomberos confirma que se mantiene saldo blanco. Así lo compartió La presidenta municipal, Carmen Lilia Canturosas Villarreal.
“Solo se reportó la caída de algunos árboles y el cierre temporal por aproximadamente dos horas del paso a desnivel Anáhuac, así como interrupciones del servicio eléctrico en algunos sectores de la ciudad”.
Desde que arrancó la lluvia con viento fuerte en Nuevo Laredo el personal de Protección Civil activó los protocolos de emergencia. Al mismo tiempo, cuadrillas de Servicios Públicos Primarios salieron a limpiar guardaganados. Para evitar encharcamientos o taponamientos.
La alcaldesa también aprovechó para pedirle a la gente que no tire basura en la calle, pues esa es una de las principales causas de las inundaciones. Además, subrayó que las labores de mantenimiento a los colectores pluviales han dado buenos resultados. Así que, aunque llovió con ganas, la ciudad respondió bien. Todo indica que la prevención hizo su parte.