Durante el día lunes y martes, la Universidad Pontificia de México se convierte en sede del “Taller para el fortalecimiento de capacidades de negociación en sacerdotes y agentes”. La idea principal es darles herramientas a los sacerdotes para que puedan entablar diálogo con miembros del crimen organizado. Con la meta de disminuir la violencia, mejorar la vida de la gente y bajar su vulnerabilidad.
Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia, explicó que uno de los propósitos es acercarse a quienes forman parte del crimen para buscar la paz y apoyar en su rehabilitación.
“El objetivo es que la Iglesia colabore con las autoridades y con la sociedad civil.”
Comentó que en algunos lugares, sobre todo en comunidades alejadas, los sacerdotes necesitan acuerdos para moverse con cierta seguridad y poder ejercer su ministerio.
“El hablar de acuerdos pastorales o de posibilidades es que, por ejemplo, un sacerdote que tiene su parroquia en la sierra, en Guerrero o en la Montaña, tiene que tener alguna forma de acuerdo de paz con la delincuencia, para que pueda él ir y venir a realizar su ministerio. Uno mismo, para cuando toca ir a esos lugares, pero necesitas también tener alguna forma de acercamiento, para poder pasar uno con la seguridad mínima de que no va a tener agresión o riesgo de andar en los terrenos de la delincuencia organizada”, comentó a EL UNIVERSAL.
Capacitan sacerdotes para buscar acuerdos con el crimen organizado
El arzobispo también habló de ejemplos internacionales que pueden servir de guía. Puso sobre la mesa el caso de Colombia.
“La experiencia que se nos ha presentado de Colombia, es que se ha hecho la experiencia en algunos lugares, en algunas diócesis, por ejemplo, la diócesis de San Buenaventura, ahí tienen en Colombia una experiencia significativa que nos puede ayudar a encontrar el camino aquí en México, pero tiene que ser ya algo muy específico, en el esquema que se pueda plantear y seguir.”
En este taller están participando un aproximado de 40 sacerdotes y 30 laicos Los cuales provienen de Matamoros, Ciudad de México, Guerrero, Acapulco, Michoacán, Morelia, Jalisco y Guadalajara.
El evento fue organizado por el Instituto para la Paz, el Diálogo Nacional por la Paz, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, la Dimensión Fe y Compromiso Social, la Universidad Pontificia de México y el Centro Lindavista.