Un matrimonio de adultos mayores asegura ser víctima de agresiones físicas, psicológicas y despojo patrimonial por parte de su hija. Reflejando el creciente maltrato a adultos mayores en Tampico. Desde 2019 enfrenta hostigamiento y ataques que se intensificaron en 2023 y 2024. Actualmente, hay dos carpetas de investigación en la Fiscalía, números 447 y 360, sin recibir respuesta efectiva de las autoridades. Así lo comentó la afectada.
Los hechos ocurrieron en su domicilio, en Universidad de Chihuahua No. 108, Colonia Universidad Poniente, entre Veracruz y Sinaloa, en Tampico. Los adultos mayores aseguran estar bajo vigilancia constante.
“Nos tienen aislados en una bodega con cámaras instaladas en el techo; nadie puede auxiliarnos”
Así lo relató la mujer. Vendedora ambulante de plumas y lápices en escuelas. La cual subsiste con su esposo gracias a una pensión federal y la ayuda ocasional de su hijo menor. Los señalados son su hija Beatriz Elizabeth Martínez Hernández y su esposo Orlando Casanova Villanueva. Acusados de despojar parte de la propiedad familiar construida y habitada por los adultos mayores durante más de 42 años. La denunciante asegura que su esposo —enfermo y con dictámenes médicos que evidencian incapacidad legal— fue inducido a firmar documentos sin pleno conocimiento, facilitando el despojo.
“Yo ya no pido justicia, porque cada vez que llego golpeada a la Fiscalía me mandan de un lado a otro. He acudido a Derechos Humanos, al DIF, a la Pedrera y nadie me ayuda”, expresó entre lágrimas.
Especialistas señalan que no se trata de un caso aislado de maltrato a adultos mayores en Tampico. Los casos de violencia contra adultos mayores por familiares han aumentado en los últimos años. La falta de atención y protocolos claros para atender estas denuncias agrava la situación. Así lo evidencia INEGI.
La mujer solicita la intervención de autoridades municipales y estatales para proteger su seguridad y recuperar su patrimonio. Además, hace un llamado público a visibilizar la violencia intrafamiliar contra padres y adultos mayores.
Por Rufino Aguilera