Nogales, Arizona / Redacción.-
La crisis migratoria en la frontera de Estados Unidos con México se intensifica tras la trágica muerte de una bebé en medio de un flujo sin precedentes de inmigrantes que ha colapsado la capacidad de respuesta y control de las autoridades estadounidenses.
El sábado reciente, un agente de la Patrulla Fronteriza de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) encontró a una mujer junto a su bebé cerca de la carretera fronteriza en las cercanías del Puerto de Entrada de Mariposa, en Nogales, Arizona. Ambas fueron inmediatamente trasladadas a la base de la Patrulla Fronteriza de Nogales en busca de atención médica. Pese a los intentos de reanimación, la bebé fue posteriormente declarada fallecida en un centro hospitalario de la zona.
La identidad de la madre y la bebé no ha sido revelada y se encuentra en curso una investigación para determinar las causas exactas de la muerte.
Este suceso se produce en un contexto de creciente preocupación. Apenas el viernes pasado, la gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, destinó 10 millones de dólares para apoyar al Departamento de Policía de Nogales debido a la inusitada presión migratoria.
La situación ha llegado a tal punto que la Patrulla Fronteriza, abrumada por la cantidad de migrantes y la insuficiencia de recursos en sus centros de procesamiento, ha comenzado a liberar a cientos de personas en comunidades fronterizas, no solo en Arizona sino también en California y Texas.
Adicionalmente, en una medida que evidencia la magnitud de la crisis, CBP notificó a la gobernadora Hobbs que cincuenta agentes de sus puertos de entrada han sido reasignados específicamente para atender la emergencia migratoria.
Esta tragedia refuerza la urgencia de encontrar soluciones integrales que garanticen la seguridad y bienestar de los migrantes, y pone en evidencia las complejidades y desafíos que enfrenta el gobierno estadounidense en su frontera sur.
Agencias / Vox Populi Noticias