Comerciantes y vecinos comenzaron a ver que el pavimento se hundía en medio de la circulación de vehículos, entre la calle Tamaulipas y la Avenida Gral. Lázaro Cárdenas.
“Los automóviles no se detenían y hasta un taxista quedó ahí atorado en el pozo”, expresó Karla Marines.
Ante lo ocurrido, encargados de un puesto con venta de jugos tuvieron que colocar un letrero para evitar que los automovilistas no cayeran en el pozo.
Posteriormente, fueron cerrados a la circulación tres de seis carriles de la Avenida Pablo Livas, y comenzaron los trabajos para su reparación.
El cierre tomó por sorpresa a los automovilistas y en horas pico ocasionó tráfico en la zona.
Hoy a las 11:00 horas ya había trabajadores y maquinaria pesada en el área del socavón, la cual estaba delimitada con conos naranjas.