Silvia Pinal, una de las grandes actrices de la Época de Oro del cine mexicano, siempre destacó no solo por su talento en la pantalla grande y la televisión. Sino igual, también por su innegable belleza y por su labor como secretaria. Aunque sus papeles en películas y telenovelas son recordados con gran cariño, lo cierto es que su camino hacia la fama no comenzó en el mundo del espectáculo.
La actriz que marcó una era en el cine mexicano, también se conoció como la Última Diva del Cine de Oro. Sin embargo, su vida profesional comenzó en una dirección completamente diferente. Silvia sentía una profunda admiración por el canto. Pero su padre adoptivo insistió en que primero debía estudiar algo “útil”.
— Esto, antes de intentar convertirse en una celebridad. En una época en la que las opciones de carrera para mujeres eran limitadas — . Pinal, estudió en el Colegio Pestalozzi de Cuernavaca y luego en el Instituto Washington de la Ciudad de México, donde aprendió una profesión que nada tenía que ver con su futuro en el cine.
Silvia Pinal estudió mecanografía
A los 14 años, Silvia estudió mecanografía, una de las pocas carreras disponibles para las mujeres en los años 40. Tras terminar su formación, Pinal pensó que finalmente podría perseguir su sueño, pero nuevamente se vio limitada por su entorno, especialmente por su familia. De este modo, comenzó a trabajar como secretaria.
Aunque este aspecto de su vida es poco conocido, ella misma lo compartió en varias entrevistas y en su libro Esta Soy Yo: Silvia Pinal. En él, confesó que su verdadero sueño era estudiar ópera, por lo que, después de completar su carrera en mecanografía, comenzó a tomar clases con el profesor Reyes Retana.
Este giro en su vida la llevó a un certamen de belleza, donde conoció a los actores Rubén Rojo y Manolo Fábregas. Poco después, un profesor de música le sugirió estudiar actuación en Bellas Artes, donde recibió clases de destacados artistas como Carlos Pellicer, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.
Fue así como continuó su formación en canto y música. Hasta debutar en el escenario que la consagraría como una de las grandes figuras del cine mexicano.