Cuando se menciona la palabra Ferrari, lo primero que viene a la mente es un auto deportivo. No es para menos, ya que la escudería italiana dejó una huella imborrable en la Fórmula 1 con modelos legendarios como el F40, el favorito del ex campeón mundial Lewis Hamilton, o el 308, inmortalizado en la serie de televisión Magnum, protagonizada por Tom Selleck.
En colaboración con Pininfarina, Ferrari presentó en el Paris Motor Show de 1963 un modelo que sigue siendo una obra de arte sobre ruedas: un V12 con 320 caballos de fuerza y un diseño digno de exhibirse en un museo. Solo se fabricaron 32 unidades para el público, aunque la mayoría terminaron en manos de equipos de carreras.
A lo largo de los años, los monoplazas de la Fórmula 1 han evolucionado gracias a la tecnología de punta, mejorando en eficiencia, rendimiento y seguridad. Cada innovación ha convertido a estos autos en verdaderas joyas de la ingeniería automotriz.
Las marcas que colaboran con las escuderías siempre buscan innovar. Pero hay modelos que trascienden y se convierten en referentes, inspirando a nuevas generaciones de diseñadores y constructores.
Autos legendarios de la F1 que podrás ver en el GP de México 2025
El Gran Premio de México 2025 será una oportunidad única para que los aficionados al automovilismo vean de cerca algunos de estos modelos emblemáticos. Según ha adelantado el comité organizador de la carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Uno de esos autos icónicos es el Honda NSX, que redefinió el concepto de los “sports cars”. Con un chasis de aluminio y un motor 3.0 litros V6 de 270 caballos de fuerza. Tuvo como piloto de prueba y desarrollador al legendario Ayrton Senna. Su participación le dio al modelo la agilidad, maniobrabilidad y potencia que lo caracterizan.
Por su parte, McLaren ha incrementado su producción de superdeportivos en los últimos años, con modelos como el Senna, el P1 o el 570S Coupé. Sin embargo, el F1 sigue siendo el favorito. Equipado con un motor V12 de 627 caballos de fuerza, logra acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3.2 segundos y alcanzó una velocidad máxima de 386 km/h en 1992. Su estructura de fibra de carbono lo convirtió en el auto de calle más rápido del mundo el 31 de marzo de 1998, cuando Andy Wallace lo condujo a un récord de 372 km/h.
Otro clásico es el Alpine A110, presentado en el Paris Motor Show de 1962. Su diseño deportivo no solo lo hizo destacar en las pistas, sino también en los rallies. Donde cosechó importantes victorias gracias a su motor de 1.1 litros.
En cuanto a Aston Martin, el DB2 de 1950 es uno de sus modelos más emblemáticos. Su elegancia y excepcional maniobrabilidad lo llevaron a competir en las 24 horas de Le Mans. Destacando por un diseño innovador que incluía un cofre con una sola bisagra.
El legado de estos autos sigue vivo, y su impacto en el automovilismo se mantiene vigente. Quienes asistan al GP de México 2025 podrán ver de cerca algunas de estas joyas que marcaron un antes y un después en la historia de la velocidad.