Sergio Pérez, el piloto mexicano de Red Bull, vivió momentos complicados tras una temporada 2024 llena de presión, no solo por parte del equipo y Max Verstappen, sino también por las expectativas de todo México.
Aunque en junio de 2024 firmó una extensión de contrato hasta 2026 después de lograr un inicio prometedor con cuatro podios en Bahréin, Arabia Saudita, Japón y China, poco después de la temporada, se anuló el acuerdo debido a los resultados negativos.
Sergio Pérez y la presión de cumplir con las altas expectativas
Desde el garaje de Red Bull, el equipo confiaba en “Checo” para desafiar a Verstappen. Como comentó Calum Nicholas, mecánico de la escudería austriaca, en el podcast High Performance:
“Creo que por la vasta experiencia de Checo, fue la mejor persona para intentar seguirle el ritmo a Max. En la forma en que Max se metió en la cabeza de otras personas, no pensé que afectaría a Checo, creo que ha pasado mucho tiempo hasta que lo hizo porque es muy resiliente y admiro eso”.
Nicholas también destacó el impacto que tiene para Pérez representar a México:
“Una de las cosas que pienso que pasa con Checo es que, a veces sientes que tiene el peso de un país sobre sus hombros. En mi opinión, siempre habían sido sus futbolistas y cosas así los mejores deportistas. Es bastante claro que, cuando estás en la Ciudad de México, su mayor celebridad, su mejor deportista es Checo”.
Durante los cuatro años que Nicholas trabajó con Pérez, pudo ver cómo el mexicano se adaptaba al monoplaza de Red Bull. Logrando importantes victorias como la emblemática de Mónaco en 2022.
“Cuando llegó por primera vez, estaba encontrando su forma en el equipo. Creo que hizo un gran trabajo y no se rindió ante la presión, no dejó que esto se le metiera en la cabeza, pero creo que llega un punto en el que dices: ‘mira, estoy en una posición en la que este auto puede ganar campeonatos mundiales y quiero ganar un campeonato mundial’ y, obviamente, eso es un gran peso cuando todo México también quiere que lo hagas”, concluyó.
En resumen, la carrera de Checo Pérez ha estado marcada por desafíos constantes, donde la presión externa y las expectativas de su país parecían ser una carga difícil de sobrellevar. Sin embargo, su resiliencia y su capacidad para adaptarse al más alto nivel siguen siendo admiradas por sus compañeros de equipo.