En Altamira, autoridades educativas están buscando una mayor regulación en los alrededores de las escuelas para evitar que los estudiantes tengan acceso inmediato a productos con alto contenido calórico. Jorge Luis Cisneros Martínez, jefe del Centro Regional para el Desarrollo de la Educación (CREDE), explicó que se está pidiendo de manera atenta y respetuosa a los vendedores ambulantes que se alejen unos metros de las entradas escolares.
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El objetivo, dijo, es no incentivar el consumo de comida chatarra y reforzar los esfuerzos que se hacen dentro de los planteles. En donde ya se regulan las cooperativas escolares.
“Estamos trabajando y viendo que los vendedores ambulantes al ver una oportunidad se quieren pegar a las escuelas para tratar de vender, pero se les está pidiendo que se retiren de las escuelas y ya sea al salir de la escuela libremente un niño o un adolescente pueda elegir si compra o no”, sostuvo.
Cisneros Martínez explicó que no se les prohíbe vender, pero se busca que lo hagan a una distancia prudente. Así, la decisión de consumir este tipo de productos recaerá en los padres o en los propios estudiantes, una vez fuera del horario escolar.
Además, comentó que son los mismos directores quienes solicitan apoyo al CREDE cuando la presencia de comerciantes comienza a ser constante y visible frente a las escuelas.
“Los directores llaman a las oficinas del CREDE para solicitar el apoyo y hablar con los ambulantes para que no estén afuera incitando a que los niños quieran productos altos en azúcares y puedan echar abajo el trabajo que está implementando la SEP, de mantener a alumnos sanos y con nuevos hábitos alimenticios.”
La estrategia busca proteger la salud de los estudiantes y reforzar las acciones promovidas por la Secretaría de Educación Pública en materia de alimentación saludable.
Rufino Aguilera
Altamira