En Matamoros, el espíritu de la Semana Santa se vivió con intensidad durante el tradicional Viacrucis 2025, donde familias enteras caminaron recordando el camino de Jesús rumbo al Calvario. Mientras avanzaban cargando cruces simbólicas, los participantes no solo revivieron el sufrimiento de Cristo, sino que también reflexionaron sobre su propia fe. Para muchos, fue un momento de conexión profunda con su espiritualidad.
“Es una experiencia de fe en la que recordamos los padecimientos de nuestro Señor Jesucristo, la cruz que significa camino, camino de la cruz, por eso hoy todos los cristianos de una forma muy significativa nos unimos a los pasos de Jesús”, explicó el padre Noé Mendoza Barrientos.
El sacerdote compartió que este tipo de actos, como el viacrucis 2025 en Matamoros, ayudan a entender lo valioso que es entregarse a los demás con amor, sin miedo al dolor. Según él, no se trata de sufrir por sufrir, sino de encontrar un sentido al dolor, sabiendo que no estamos solos. Muchos fieles coincidieron en que esta actividad no solo es una tradición, sino un espacio para encontrarse con Jesús de una manera viva y cercana. Es un recorrido que toca el alma.
“De verdad que cada vez este Viacrucis no solamente abraza a más fieles, sino que poco a poco se va a ir convirtiendo en uno de los más representativos, porque lo que queremos es que todos puedan unirse en ese encuentro con Jesús que padece, que sufre y que entrega la vida por nosotros”, señaló.
Con pasos firmes, oraciones y cantos, la comunidad católica de Matamoros dejó claro que este camino de fe se mantiene más vivo que nunca.
Por Jorge Capetillo