Desde que la Fórmula 1 regresó al Autódromo Hermanos Rodríguez en 2015, ese trazado se ha convertido en la meca del automovilismo en México. Pero este junio será diferente. Por primera vez en la historia, la NASCAR Cup Series correrá una carrera oficial fuera de Estados Unidos, y el lugar elegido es nada menos que la Ciudad de México.
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Será del 13 al 15 de junio cuando los autos más ruidosos, pesados y rebeldes de las pistas invadan el autódromo capitalino. Nada de híbridos ni simulaciones. Esto es músculo, reflejos y aguante. Son máquinas que pesan más de una tonelada, impulsadas por motores V8 que alcanzan hasta 305 km/h, según estimaciones de la categoría.
En curvas como la T3 y T4, los autos rodarán entre 265 y 273 km/h. En el estadio GNP, donde la F1 baja el ritmo, los NASCAR seguirán rugiendo a más de 240 km/h. Aquí nadie levanta el pie. Aquí se pisa a fondo.
Todo listo para carrera NASCAR en CDMX
La altitud de la CDMX no será un detalle menor. A más de 2,200 metros sobre el nivel del mar, los motores perderán potencia, pero eso no hará que los pilotos frenen. En NASCAR no hay ayudas electrónicas. Cada decisión se toma en milisegundos, con el cuerpo entero en tensión.
En esta categoría, los autos se rozan, se empujan, se golpean. Las salpicaderas vuelan y los radiadores se calientan como ollas exprés. A veces, el que cruza primero la meta es quien logra aguantar más castigo, no necesariamente quien es más rápido.
Aunque las velocidades no superan las de la F1 o la IndyCar, el show es distinto. Aquí no todo se mide en cronómetros. Se mide en drama, en olor a caucho quemado, en defensas dobladas y adelantamientos cuerpo a cuerpo.
“La NASCAR Cup Series no sólo viene a correr. Viene a marcar territorio. A demostrar que la velocidad también puede oler a gasolina cruda. Que el drama se puede medir en rayones de pintura y abolladuras.”
En resumen, NASCAR llega con todo. Y quizá, después de este junio, la Ciudad de México descubra que hay otra forma de sentir la velocidad. Una que no es tan elegante como la F1, pero sí mucho más salvaje y humana.