En Ciudad Victoria, más de un amante del taco se llevó una sorpresa: varias taquerías fueron clausuradas el mes pasado por trabajar en condiciones insalubres. La barrida sanitaria vino luego de que tres personas resultaran intoxicadas tras comer en uno de estos lugares. Esto encendió las alarmas en la Jurisdicción Sanitaria Número Uno.
“Se revisó el establecimiento y se concluyó que no reunía las condiciones higiénicas necesarias para preparar y vender alimentos, por lo que fue suspendido temporalmente. Se les dio un plazo para realizar las modificaciones necesarias”, señaló Mario Rebolledo Urcadiz, titular de Coepris.
Además de las taquerías clausuradas en Ciudad Victoria, se les volvió a capacitar, aunque ya antes les habían dado el mismo curso de buenas prácticas alimenticias. La investigación también incluyó toma de muestras, carne molida y pollo fueron enviados al laboratorio estatal para revisar su estado. Aún esperan los resultados.
“Capacitamos nuevamente a todos los trabajadores. Seguimos vigilantes, no solo por este caso, sino en general en todos los puntos de venta de alimentos”.
Sobre las consecuencias, Coepris advirtió que las multas podrían ir de los 10 mil a los 100 mil pesos, dependiendo del caso. Reconoció también que cada vez hay más puestos informales vendiendo tacos y barbacoa, lo cual complica el control de calidad de los productos.
“Las sanciones pueden ir desde una simple amonestación hasta la suspensión temporal o definitiva del negocio. Estamos trabajando en la regulación de estos comercios. Nuestros verificadores revisan constantemente que cuenten con licencias y que los productos sean los que dicen ofrecer”.
Rebolledo aclaró que esto no solo pasa en la capital. En municipios como Matamoros, Reynosa y Valle Hermoso también han sancionado locales. El principal objetivo es cuidar la salud de quienes comen en la calle y garantizar que lo que se sirve cumpla con lo mínimo de salubridad.
“Llevamos alrededor de 50 sanciones en el estado en lo que va del año. La mayoría han sido por deficiencias en las condiciones de higiene”.
Por Lupita Domínguez González