Para que algunas mujeres condenadas puedan cumplir su castigo en arresto domiciliario en lugar de una prisión, el Congreso de Tamaulipas modificó el Código Penal. Esto como En la antesala del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Es una medida beneficiará a quienes se encuentren en una situación de vulnerabilidad.
La iniciativa busca que el sistema de justicia penal incorpore un enfoque de género y contemple las condiciones de vida de las mujeres procesadas. Fue impulsada por la diputada Lucero Deosdady Martínez López, de Morena.
Como presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y Diversidad, la legisladora resaltó que la reforma permitirá a jueces y juezas considerar el arresto domiciliario en lugar de la cárcel para mujeres en Tamaulipas, que son el principal sostén de su familia y enfrentan condiciones de marginación y precariedad.
“En aquellos casos en los que la imposición de una pena privativa de libertad resulte innecesaria y desproporcionada, la jueza o el juez, de oficio o a petición de parte, podrán sustituir dicha pena por confinamiento domiciliario y otras medidas de control, siempre con el respaldo de dictámenes periciales”.
Esta modificación responde a la preocupación sobre el impacto que el encarcelamiento de madres tiene en sus hijos e hijas. Quienes muchas veces terminan en centros penitenciarios o separados de sus familias. Las mujeres privadas de la libertad suelen ser el pilar económico y emocional de sus hogares. Por lo que su ausencia afecta no solo a su entorno más cercano, sino también a sus comunidades.
La reforma permitirá que mujeres en condiciones de marginación, cuya condena implique prisión, puedan solicitar cumplirla en casa bajo supervisión. Con esto, se busca reducir los efectos negativos de la reclusión en sus familias y mejorar su calidad de vida. Así lo enfatizó Martínez López.
“Especialmente en el caso de aquellas que son jefas de familia y el principal sostén de su hogar”.
Por Enrique Jonguitud Blanco