Cuando alguien deja su país, muchas veces también deja atrás una red completa de afectos. Cientos de migrantes llegan a Matamoros deportados o en tránsito, y sienten con más fuerza la separación de sus seres queridos. Por eso, la Cruz Roja Mexicana trabaja para que hombres y mujeres migrantes que acaban de llegar puedan comunicarse con sus familias desde Matamoros.
Así lo explicó Francisco Ponce Lara. Quien coordina los servicios de socorro en esta ciudad fronteriza. Contó que recientemente acudieron a una capacitación en Nogales, Sonora. Donde se abordaron temas sobre migración y el restablecimiento de lazos familiares.
“También estuvo la Cruz Roja Colombiana, dándonos una capacitación de lo que es abogacía humanitaria, precisamente para ver todos los temas de la cuestión migratoria de las personas que están siendo deportadas aquí por la frontera de Tamaulipas, y de cómo podemos nosotros apoyar a esas personas a que tengan contacto con sus familias”.
Ponce explicó que muchas personas llegaron a la frontera tras ser separadas de sus familiares. Por lo que es vital ayudarles a enviar un mensaje o realizar una llamada para avisar que están bien y que se encuentran en Matamoros.
“Nuestra tarea es como se pueden generar, hablando de forma humanitaria, las condiciones en que se encuentran, cómo pueden ellos tener una comunicación directa con sus familias, ya que muchos de ellos se encuentran muy lejos de su país, o de la familia que se encuentra en Estados Unidos”.
También mencionó que no solo se trata de migrantes de otros países. Las autoridades migratorias deportan a mexicanas y mexicanos hacia esta ciudad fronteriza. Desde 2016, la Cruz Roja ha estado activa en los temas de migrantes en Matamoros. Sobre todo en los campamentos que se han formado en la ciudad.
“Sabemos que muchos de ellos están siendo trasladados aquí a la frontera, entonces tenemos que visualizar sus condiciones humanitarias, que se encuentren de una forma adecuada. Y bueno, ahora es continuar con este trabajo, pero ya con una directriz, ya con ciertas referencias que podemos estar manejando, y cómo lo podemos hacer ya de una forma más estructurada y humanitariamente posible para ellos”.
Por Jorge Capetillo