El paso del huracán “Erick” dejó una fuerte huella en la costa oaxaqueña. Aunque el fenómeno no impactó de lleno, el intenso oleaje asociado a sus bandas exteriores provocó estragos en comunidades como Mazunte, San Agustinillo y Agua Blanca, donde las olas superaron los 7.5 metros.
En San Agustinillo, al menos siete negocios resultaron completamente destruidos. Familias que dependen del turismo, la venta de alimentos y los paseos en lancha perdieron su fuente de ingreso. Las escenas tras la tormenta muestran un panorama desolador: lodo por todas partes, casas semidestruidas, palapas reducidas a astillas y muebles arrastrados por el agua.
En Mazunte, particularmente en Playa Rinconcito, el impacto fue considerable. El mar se adentró varios metros, llevándose consigo estructuras, muros y bardas, a pesar de los intentos de los vecinos por contenerlo con costales de arena. En algunos puntos, las viviendas apenas se sostienen gracias a apoyos improvisados.
Huracán Erick 2025 deja caos en Mazunte Oaxaca
Ventanilla también fue golpeada. En varias casas, la arena y el agua invadieron los espacios, convirtiéndose en lodo espeso que dañó pisos, paredes y pertenencias. A pesar de ello, los habitantes comenzaron a remover escombros desde las primeras horas del día, impulsados por la solidaridad comunitaria.
En Agua Blanca, el mar avanzó más allá de lo habitual y afectó varios negocios, incluyendo restaurantes. El ambiente es de tristeza, pero también de apoyo mutuo entre vecinos que buscan salir adelante.
Las autoridades ya evalúan la magnitud de los daños. En medio del escenario de destrucción, las comunidades costeras de Oaxaca se preparan para la tarea de reconstrucción, conscientes de que enfrentarán días difíciles, pero con el ánimo de levantarse nuevamente. También han pedido el respaldo de los tres niveles de gobierno para acelerar el proceso de recuperación.