Ciudad de México / Redacción.-
A medida que los altares de Día de Muertos se erigen en cada rincón de México, una protagonista emerge entre las ofrendas y velas: la flor de cempasúchil. Esta flor, con su vibrante color naranja y aroma embriagador, no solo embellece el país durante estos días de memoria y honor, sino que también desempeña un papel esencial en este ritual ancestral.
El Puente Entre Mundos
La flor de cempasúchil, conocida también como “la flor de los muertos”, trasciende su belleza estética para convertirse en un puente simbólico entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Según la investigadora María del Carmen López de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, el nombre de esta flor proviene del náhuatl “Cempohualxochitl”, que significa “veinte flores” o “varias flores”. En la tradición mexicana, se cree que el color llamativo y el aroma intenso de la flor guían a las almas de los difuntos de regreso al mundo de los vivos, para que puedan visitar los altares que sus familiares les han dedicado.
Más Allá de lo Ceremonial
Además de su significado espiritual, la flor de cempasúchil tiene una gama de aplicaciones prácticas. Es utilizada en la fabricación de insecticidas, como repelente natural, y como pigmento para teñir textiles. Sus propiedades no se limitan a lo industrial, pues también se le atribuyen beneficios medicinales para tratar afecciones como el vómito, la indigestión y la diarrea, a través de infusiones y tés.
Un Legado Histórico y Cultural
Los usos y significados de la flor de cempasúchil están documentados en textos históricos como los códices Florentino y el Badiano, el último siendo el texto más antiguo de medicina escrito en América. Estos documentos son testigos del conocimiento y las prácticas de los ancianos nahuas del siglo XVI. La preservación de las lenguas originarias y las tradiciones de las culturas indígenas de México han sido cruciales para mantener vivo el uso y conocimiento de la especie de cempasúchil.
Mientras México se adorna con las flores de cempasúchil y celebra a sus difuntos, la flor no solo adorna y embellece, sino que también nos recuerda la rica herencia cultural del país y la conexión intrínseca entre la vida, la muerte y la naturaleza.
Agencias / Vox Populi Noticias