México / Redacción. –
En un contexto global en el que la tendencia es reducir la jornada laboral de 40 horas semanales a tan solo 32, México se encuentra rezagado, luchando por disminuir de 48 a 40 horas la semana laboral. Mientras el mundo avanza hacia un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, el Congreso mexicano enfrenta resistencia para llevar a cabo esta reforma.
Según la organización de investigación independiente World Population Review, México ostenta el triste récord de tener la jornada laboral más extensa del mundo, con un promedio anual de 2.148 horas trabajadas por persona. La iniciativa propuesta por el partido oficialista Morena en abril ha enfrentado varios obstáculos, desde su postergación hasta el proceso de debate público, conocido como “parlamento abierto”, que retrasa su aprobación.
Los beneficios de contar con más tiempo libre para los trabajadores son evidentes. No solo se refleja en una mejor salud personal, lo que reduce el gasto público en atención médica, sino que también estimula la economía a través del aumento del consumo. Sin embargo, México parece atrapado en una mentalidad obsoleta. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 27% de los empleados en México trabaja jornadas largas, el nivel más alto entre los países miembros, donde el promedio es del 10%.
Este fenómeno de jornadas laborales excesivas tiene sus raíces en la apertura comercial de México en la década de 1990, cuando se buscaba atraer inversión con mano de obra barata. Esto llevó a la normalización de largas horas de trabajo en diversos sectores, como la manufactura y las oficinas, donde los trabajadores a menudo buscan acumular “horas extras” para aumentar sus ingresos.
El ciclo de trabajo mal remunerado y jornadas prolongadas comenzó durante la apertura comercial del país en la década de 1990, cuando se esperaba que la economía mexicana se beneficiara de una menor regulación laboral. Sin embargo, esto condujo a una creciente desigualdad en la sociedad.
Bajo la Administración de Andrés Manuel López Obrador, se han dado pasos hacia el cambio, como el aumento del salario mínimo y una iniciativa para extender las vacaciones pagadas de los empleados. A nivel global, países europeos e incluso Colombia han tomado medidas para reducir la jornada laboral, reconociendo los beneficios tanto para los trabajadores como para la sociedad en general.
Además, este problema tiene un impacto desproporcionado en las mujeres, ya que muchas veces las largas jornadas laborales dificultan su participación en el mercado laboral debido a las responsabilidades de cuidado no cubiertas en horarios de trabajo extendidos.
En resumen, mientras el mundo se mueve hacia una jornada laboral más equilibrada, México enfrenta un desafío para reducir sus extensas horas de trabajo y adaptarse a las tendencias globales que reconocen la importancia de la calidad de vida de los trabajadores.
Agencia / Vox Populi Noticias.