El comerciante de automóviles Tomás Cantú González afirmó que, pese a cumplir con el tratado de libre comercio, los vehículos permanecen retenidos en Juárez y Nuevo Laredo. Aunque el gobierno federal extendió hasta 2026 el decreto para regularizar vehículos “chocolate”, olvidaron el que permite la nacionalización de autos vía Aduana. Este descuido ha causado una parálisis en la importación de vehículos por más de tres semanas, con pérdidas millonarias, denunció el empresario automotriz.
Cantú explicó que el decreto para nacionalizar vehículos existe desde el gobierno de Vicente Fox y estuvo vigente hasta el 30 de septiembre, con costos de 30 o 40 mil pesos.
“El decreto terminó, cumplió su fecha, cumplió su periodo, y ahorita ya no se puede importar bajo decreto. Obviamente este decreto nos forzaba a importar medksnye ese proceso porque existía un tratado de libre comercio”.
Indicó que bajo el tratado es posible importar vehículos modelos 2023 y anteriores. Al presentar un certificado de origen ante Aduana, se paga el pedimento, se exenta el impuesto general de importación y solo se abona el IVA.
“Para que me entiendan de pagar 30, 40 mil pesos, esto se va a 12, 13 mil pesos, lo que beneficia a todo mundo pero ¿qué es lo que pasa? Que ahorita en Juárez y en Nuevo Laredo ya metieron carros de esta manera y los tienen detenidos con el argumento de que están en revisión”.
Añadió que en Matamoros, Reynosa y demás ciudades fronterizas, los comercializadores están paralizados. No desean tener los autos detenidos en Aduana por una, dos o tres semanas, o el tiempo que la autoridad decida.
“La verdad que esta parálisis no tiene razón de ser porque estamos importando un vehículo apegados a una ley, que es más arriba que un decreto y más que hoy el decreto ya no existe; entonces lo que le pedimos a la autoridad es o nos van a dejar trabajar bajo el T-MEC o saquen un decreto”.
Solicitó a las autoridades que, si planean un decreto, tomen en cuenta a los importadores.
“Pero háganlo ya, porque tenemos tres semanas sin trabajar, los gastos no se detienen y si esto no se avanza rápido hay peligro de cierre de muchas empresas, desde Tijuana hasta Matamoros”.
Por Jorge Capetillo