En el mundo del toreo, no son pocos los hijos que eligen seguir la senda de sus padres. Ya sea como matadores o rejoneadores, lo cierto es que cargar con el apellido famoso no siempre es sencillo. Las comparaciones llegan solas, ya sean elogiosas o llenas de exigencia, como le pasa a Guillermo Hermoso de Mendoza.
Eso lo sabe bien Guillermo Hermoso de Mendoza, un rejoneador de 25 años, nacido en Estella y que desde joven ha hecho de México su segunda casa. Llegó al país en 1999, cuando su padre, Pablo Hermoso de Mendoza, debutó en tierras mexicanas, y desde entonces ha crecido entre caballos, plazas y faenas. Guillermo reconoce que es un honor ser comparado con una figura del rejoneo como su papá. Pero también tiene claro algo desde niño: lo suyo es montar, y hacerlo por cuenta propia.
Su primera vez como novillero fue en México, allá por el 2017. Desde entonces, Guillermo Hermoso de Mendoza, sumó 30 tardes en el ruedo, con 45 orejas, tres rabos y un indulto. Nada mal para un inicio. Después vino la alternativa, el 5 de mayo del 2019 en Sevilla, y desde entonces, salvo un par de años de pausa, ha toreado 51 tardes en México, consiguiendo 101 orejas, nueve rabos y otro indulto. Él mismo lo dice, sin rodeos:
“Uno siempre tiene que intentar eso, escribir su propia historia, ir evolucionando y en eso estoy trabajo. Al final todo mundo tiene su historia, para unos es más bonita, para otros es más dura, mientras que para otros es más corta. De mi parte estoy con la ilusión de seguir en esto, de evolucionar y seguir escribiendo mi propia historia que hasta ahora va por muy buen camino y la cual la voy disfrutando y viviendo con mucha pasión”.
Sabe que es inevitable que lo miren con lupa, sobre todo por su parecido con Pablo, no solo en el físico, también en el estilo. Pero, Guillermo Hermoso de Mendoza, no lo toma mal.
“No me molestan las comparaciones, con el tiempo aprendes a asumir y aceptar todo. Al final obviamente las comparaciones y más cuando tengo conmigo al mejor de todos los tiempos que es mi padre, es muy bonito. Cuando me comparan con él, con mi padre, yo diría que hasta es un orgullo, puesto que me están comparando con el mejor de todos los tiempos”.
Este viernes, Guillermo Hermoso de Mendoza, volverá a presentarse en el ruedo como matador de toros a caballo. Lo hace tras una faena destacada el 1 de diciembre del año pasado, donde salió a hombros y se ganó otra vez el cariño del público.
“La verdad que estoy muy contento. Ha sido una evolución muy positiva la que voy teniendo. Estoy consciente que me queda mucho por aprender, por evolucionar, pero estoy feliz de cómo ha ido la evolución y con ganas de trabajar para mejorar mucho más”.
Revisando sus cifras en México, desde los días como novillero hasta ahora, se dice sorprendido. Y mientras aquí sigue sumando tardes, su temporada europea ya está en marcha. Arrancó hace un par de semanas en Arles, Francia, y ya pasó por Sevilla.
“No sabía los números que llevo, pero son números muy positivos. De todo esto, con el gusto de haberme presentado en prácticamente en todo México, un montón de plazas y con la gratitud hacia la afición mexicana por el cariño con el que me han recibido y apoyado siempre. La verdad que arrancó muy bien, estoy muy contento porque la agenda está bastante apretada para el resto de la temporada”.
Por ahora, el turno es para Monterrey, donde compartirá cartel con Diego San Román y Arturo Gilio. Tiene buenos recuerdos de su faena anterior.
“La tarde anterior en la Monumental fue muy bonita, la gente supo valorar mis faenas y salí a hombros, ojalá podamos repetirla este viernes”.