Hace un año, el 1 de octubre de 2023, la tranquilidad se rompió en Ciudad Madero. La loza de la iglesia de la Santa Cruz, ubicada en la colonia Unidad Nacional, se derrumbó durante una ceremonia de bautizos colectivos, sepultando a más de 80 personas. Doce de ellas no sobrevivieron, en uno de los accidentes más trágicos que ha vivido la zona sur de Tamaulipas.
Eran las 2:20 de la tarde cuando comenzaron a llegar las primeras noticias sobre el desplome de la parroquia, ubicada en la calle Chihuahua con Nuevo León. Cuerpos de rescate y voluntarios se movilizaron rápidamente ante la desesperación de saber que había personas atrapadas, incluidas familias que asistían a los bautizos.
Derrumbe de iglesia Santa Cruz en Madero: La comunidad se unió en un esfuerzo solidario
La comunidad se unió en un esfuerzo solidario para retirar los escombros. Más de 500 rescatistas trabajaron sin descanso, intentando encontrar con vida a los feligreses. Tanto adultos como niños quedaron bajo los escombros, en un ambiente lleno de angustia e incertidumbre. La imagen de una pequeña, sacada en camilla con una sabanita cubriéndola y una sandalia que sobresalía, conmovió profundamente a todos.
“El párroco estaba colocando la cruz de ceniza en la frente de los niños bautizados cuando se escuchó un fuerte estruendo y todo se vino abajo”, recordaron algunos sobrevivientes.
Doce personas perdieron la vida. Algunas murieron al instante. Mientras que otras fallecieron horas después en el hospital debido a la gravedad de sus heridas. El sacerdote Ángel Vargas Uribe, responsable de la iglesia, caminaba aturdido entre los escombros, intentando ayudar, aunque milagrosamente había salido ileso.
Margarito Rodríguez Najera, del Sistema Nacional de Rescate y Emergencia (SINAREM), señaló que la tragedia evidenció la falta de capacitación en áreas de protección civil y bomberos, aunque también mostró la increíble solidaridad de la comunidad. Grupos de rescate de otros estados llegaron para unirse a los esfuerzos.