Las variaciones térmicas recientes han provocado que la Casa del Indigente en Reynosa alcance su plena capacidad. Ante esta situación, la responsable del lugar pide el apoyo de la comunidad para seguir asistiendo a este grupo vulnerable.
Graciela González, a cargo del establecimiento, comentó que en los últimos días llegaron cerca de 30 personas buscando refugio debido al descenso de temperaturas. Esperan permanecer hasta que el clima les permita continuar viviendo en las calles.
“Por el frío muchos vienen a dormir, por eso, solicitamos colchones, colchonetas, cobijas, para que puedan acomodarse bien al menos en el área de la sala-comedor, puesto que en el único cuarto con camas está lleno de los 15 pacientes que contamos durante todo el año”.
Por su parte, hacen un llamado a la sociedad para donar ropa de abrigo en tallas mediana, grande y extra-grande, calentadores, apoyo para el gas, ya que muchos en la Casa del Indigente en Reynosa desean ducharse con agua caliente, y también necesitan más despensa.
Actualmente, en la Casa del Indigente trabaja una enfermera que supervisa el tratamiento psicológico de los residentes. Como directora, Graciela también necesita más personal para ofrecer atención durante las noches y las tardes.
Por otro lado, ha solicitado al Desarrollo Integral de la Familia en Reynosa y a las universidades la posibilidad de asignar estudiantes o personal médico como practicantes.
Por Yenni García Escobar